Tener un bebé no era tarea fácil, a Jiang Cheng le había costado tiempo, esfuerzo y dedicación al cien por ciento adaptarse a su nueva rutina. Por ello después de un par de días en calma creyó que el estrés había quedado en el olvido, sin embargo no contaba con que la presentación de su pequeño estaba próxima y mucho menos que había alguien ansioso de verlo desde hace tiempo.
Ese encuentro que había estado posponiendo y sabía que eventualmente sucedería se dio una tarde mientras Lan Wangji trabajaba. Realmente se le había hecho extraño que Huaisang llamara para preguntar si estaba el Lan y debió haber sospechado algo cuando con nerviosismo cuestionó.
—¿Estas presentable para una visita?
Wanyin creyó que su amigo simplemente estaba preguntando si podía ir a verlo, por lo cual se miró al espejo y al ver que tenía una gran mancha de leche sobre su pecho tan solo murmuró que sí y fue a cambiarse. Huaisang no dijo más, solo se despidió y Jiang Cheng arregló todo para recibir a su amigo.
Media hora más tarde el timbre sonó, a Jiang Cheng le pareció extrañó que su amigo hiciera eso, normalmente solo entraba a la casa y se paseaba libremente en el lugar. Así que molesto por lo ruidoso que era y dispuesto a reprenderlo abrió la puerta, no obstante todo lo que tenía pensado decir se quedó atascado en su garganta al ver al alfa frente a él.
Mingjue notó la sorpresa del chico en su delicioso aroma y sintiéndose avergonzado por lo fácil que era dejarse llevar por sus instintos, trató de calmar la emoción que sentía por ver al Jiang y murmuró.
—Hola, A-Cheng. Creo que mi hermano no te dijo que vendría ¿Cierto? Lamento eso, pero realmente quería verte y platicar un poco. ¿Te molestaría eso?
Wanyin que todavía estaba en shock y no podía evitar que su lado omega se agitara, trató de mantener el control. Sabía que no podía rehuir su presencia mucho más tiempo, ese alfa era su destinado y por mucho que quisiera seguir ignorando ese hecho debía enfrentarlo.
Así que se hizo a un lado para dejar entrar al Nie y no pudo evitar apretar los puños al inhalar su aroma, esa fresca esencia a agua de mar y toronja lo fascinaron. Sin embargo sintió un gran alivio al darse cuenta que su cuerpo no había reaccionado tan instintivamente como la última vez, pues no deseaba entrar en celo y mucho menos cuando tenía a su bebé a pocos metros.
Al ver que Mingjue se detenía y dirigía su atención a la cuna que se encontraba en la sala, Jiang Cheng rápidamente se puso frente a él e impidió con su cuerpo que observara a su cachorro.
Su actuar había sido tan instintivo y sobreprotector, que solo cuando el alfa se disculpó. Wanyin se sintió mal.
—Lo siento, debí preguntar primero si podía verlo. De hecho traje un regalo para ti y para él.
A-Cheng recibió los obsequios del alfa avergonzado y no dijo nada cuándo sintió a Mingjue rozar lentamente sus manos. Solo reaccionó en el momento que Leilei comenzó a estirarse y sollozar para llamar su atención. Con cuidado lo sacó de su cuna y comenzó a arrullarlo para que volviera a dormir, sin esperar que Nie Mingjue se aproximaría a ambos y en voz baja para no inquietarlos preguntaría.
—¿Puedo verlo?
El primer instinto de Jiang Cheng fue negarse, sin embargo lentamente se giró para enfrentar al alfa y le mostró a su bebé.
—Es hermoso— comentó Mingjue— ¿Ya tiene nombre?
—Es Leilei—respondió en automático— Aunque su nombre de cortesía está en proceso, se lo dará su...
Jiang Cheng iba a mencionar que A-Zhan y los Lan se encargaría de eso, pero simplemente guardó silencio, no creyó que aquel alfa quisiera hablar de ellos, por lo que sin agregar más centró su atención en el pequeño. Leilei parecía un poco irritado y solo se durmió cuando A-Cheng lo cubrió con sus feromonas y lo alejó un poco del Nie.
