Lan Zhan intentó disculparse muchas veces con A-Cheng a lo largo de la fiesta, sin embargo solo obtenía una mirada de advertencia para que guardara silencio y después veía a su omega recuperar la sonrisa amable que mostraba a todos los invitados.
Fue evidente que su esposo intentó evitarlo y disfrutar del evento, eso lo hizo sentir aún más culpable, pues ambos debían haber compartido ese momento en familia y nadie más que él lo había arruinado. Ni siquiera se molestó en armar un escándalo cuando Mingjue se acercó para charlar una vez más con Jiang Cheng y saludar a Yu Ziyuan.
No tenía la cara para enfrentar a su esposo después de lo que orillado por sus celos había hecho. Simplemente se dedicó a ser un buen anfitrión para evitarle molestias a Wanyin y trató de controlar su temperamento para no reaccionar negativamente ante cualquier alfa que se le acercara.
En cuanto la celebración terminó Jiang Cheng solo subió a la parte trasera del auto para acompañar a Leilei y no le dirigió la palabra al Lan ni siquiera cuando llegaron a casa. Wangji sabía que lo merecía, pero la necesidad de arreglar las cosas hizo que siguiera a su esposo escaleras arriba y se sintiera ansioso en cuanto lo vio abrir el closet para comenzar a sacar varias de sus prendas.
Temiendo lo que A-Cheng tuviera en mente en ese momento, solo pudo tomar con suavidad su muñeca antes de murmurar.
—Hablemos Baobei, no vayamos a la cama enojados.
Jiang Cheng lo miró con molestia y mientras colocaba las prendas del Lan juntas replicó.
—Primero, no me diga Baobei cuando estoy enojado, y segundo, te tengo una noticia buena y otra mala. ¿Cuál quieres oír primero?
Wangji se sintió intrigado ante tal cuestionamiento, quiso saber lo que su esposo estaba por decir, sin embargo la ligera curva en la comisura de sus labios lo puso nervioso y no dudó en elegir la opción menos inquietante.
—La buena. Dime cual es la buena noticia.—pronunció intranquilo.
—Ok, la buena es que no tienes que preocuparte. No iremos a la cama enojados.— soltó A-Cheng con calma esperando a que A-Zhan hiciera la pregunta correspondiente.
—¿Y la mala?
Wanyin entonces tomó las prendas que había sacado del alfa, las colocó en sus brazos y sin detenerse caminó a la puerta para abrirla de par en par.
—La mala, es que no dormirás con nosotros. Así que sal de la habitación.
Lan Wangji comprendía a su esposo, sabía que después de lo ocurrido esa tarde echarlo de su cama era lo mínimo que se merecía, no obstante pensó que era una amenaza vacía. A-Cheng ya le había prohibido dormir en su cama antes, la primera cuando se enteró del embarazo de Xuanyu y la más reciente después de su pelea por la visita de Mingjue.
Aun así siempre se las había arreglado para escabullirse y dormir con su omega. Sin embargo las cosas fueron diferentes esta vez, ya que cuando intentó convencer a su esposo de perdonarlo y giró la perilla para entrar a la habitación, se sorprendió enormemente al darse cuenta que la puerta tenía seguro.
Sabía que si seguía insistiendo las cosas podrían empeorar, así que resignado y cabizbajo dio media vuelta para dirigirse a la habitación de A-Cheng, hace mucho que no la usaban pero esperaba poder encontrar un rastro de su omega ahí y al menos tener la oportunidad de dormir aunque sea un par de horas.
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Wangji realmente deseaba el perdón de su esposo. No estaba dispuesto a dormir en otra habitación una noche más, así que con gran optimismo se levantó temprano y decidió sorprender a su omega con el desayuno listo. Así que en cuanto lo vio bajar las escaleras con su pequeño en brazos no dudó en llamarlo desde la cocina.