Jihwen caminó tranquilamente portón adentro, buscando con la mirada a Cian. Habían acordado verse en la fuente. Si bien ya habían llegado algunos profesores todavía era demasiado temprano como para que cualquier alumno se apareciera. Sonrió al visualizar a Cian notó qué su compañero de clase iba bien peinado y llevaba el uniforme impecable. También notó el clavel en su diestra.
— ¿Es para mí? —Preguntó al llegar con él. Cian se sonrojó inmensamente, Jihwen lo tranquilizó con una sonrisa.
Era su oportunidad. Jihwen se lo estaba poniendo en bandeja de plata, sin embargo él aún sentía que no estaba listo para actuar. Por esa razón negó, mientras asfixiaba la flor en su mano.
— Solo me pareció bonita —murmuró sintiéndose cobarde—, creo que fue mala idea cortarla.
— Oh... —Jihwen entendió, considerando que se había adjudicado demasiado— bueno, vamos.
Caminaron uno junto al otro. Jihwen se daba cuenta de lo muy afligido qué Cian se sentía. Para esas alturas y en pocas conversaciones había entendido las razones detrás de la timidez de su compañero. No tenía que ser demasiado lista, pero tampoco quería hacerse ideas erróneas. Aunque sabía que no estaba equivocada, si su compañero se negara a decir algo no podía avanzar. Nuevamente tenían el tiempo encima.
Llegaron a la zona de casilleros. Debían ocultarse para poder atrapar al admirador de su amigo en común.— El casillero de Minho es este —anunció Jihwen, mirando por las rendijas para verificar que no hubieran dejado nada—. No ha llegado el enamorado secreto.
— Entonces debemos escondernos antes de que aparezca.
Cian apenas estaba diciendo aquello, cuando los pasos de alguien aproximándose les hicieron tomar decisiones apresuradas. Él dirigió la mirada hasta la puerta del saloncito de intendencia. Jihwen se dio prisa en girar el pomo, con suerte de que no tuviera seguro, ingresaron con rapidez.
El lugar era reducido, una de las varías bodeguitas en las que se guardaban escobas y artículos de limpieza. Si no se movían demasiado lograrían salir intactos. Jihwen fue cuidadosa de no golpear ninguna repisa, pero no estaba segura de que su comodidad fuera beneficiosa para Cian, ya que lo sentía tenso.
Se quedaron en absoluto silencio al percibir los pasos avanzar por el pasillo de los lockers. El traqueteo de la puerta metálica les anunció qué algo ocurría. Unos cuantos minutos en silencio les permitió escuchar cuando la persona se fue. Jihwen se dio prisa en abrir la puerta alcanzando a visualizar a Lachlan marcharse.
— Es Lachlan —anunció a Cian, este se dio prisa en ir a mirar al casillero de—. ¿Hay algo?
— Dejó la caja.
La chica dibujó un gesto de desagrado. Miró a su compañero con decepción. Él también se mostraba infeliz con su descubrimiento.
— Esperaba, realmente esperaba, qué fuera Christopher.
— Yo también.
Su misión podía darse por terminada. Lachlan era el enamorado de Minho. Debería ser evidente tratándose de que también era Terrestre. Probablemente su amigo de cabello verde estaría contento, no se trataba de cualquier chico sino del qué era considerado el más guapo del elemento en su zona. Era una ventaja, sin embargo, el chico más lindo e inteligente de entre los acuáticos también iba detrás de él y, se atrevían a decir, lo conocía mejor.
— No quiero que se quede con Lachlan refunfuño Jihwen, avanzando con Cian hasta su casilla qué era la más cercana.
— Sinceramente yo opino que a Minho le gusta Christopher, pero el tema del elemento, además del enamorado anónimo lo tiene confundido. ¿Deberíamos decírselo para que pueda esclarecer sus ideas?
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Lo Que No Se Puede Describir (ADLNT) (ChanHo/Bangho)
FanfictionMinho había escuchado decir, por boca de los mayores, que la adolescencia era la edad perfecta para encontrar la felicidad, el camino de la vida, y sobre todo, el amor. A sus diecinueve años, estaba medianamente de acuerdo con ello. En medio del cao...