Sé que te gusta escribir, que para ti las palabras son un trabajo y que deberías hablar sobre realidades. No obstante, compartimos pensamientos: escribimos lo que se nos viene en gana.
¿Querías una respuesta? Sí, Christopher Chan, seguiremos siendo amigos. En cuanto a los pensamientos que habitan en mí, sé que los encontrarás.
- Minho.
Christopher se encontraba de buen humor, dejar notas en el asiento de Minho era sencillo, pero encontrar alguna en su propio asiento fue realmente una sorpresa. No podía creer que Minho estuviera decidido a seguirle el juego, suponía que significaba algo positivo. No pudo evitar sentirse feliz durante toda la mañana.
— Lo sabías —declaró Lachlan, mientras se sentaba frente a su mejor amigo en una mesa del campus, su tono de voz demostraba lo molesto que se encontraba—. Chris, tú lo sabías.
— Vamos, pero ¿de que hablas? —le miró sin comprender, mas el otro mantuvo una expresión frustrada, frunciendo el ceño, incluso algunas gotitas de sudor aparecieron en su frente.
— Resultó ser alérgico a las fresas y tú, mi querido amigo, ya estabas enterado de eso —continuó mirando al susodicho a espera de que dijera algo en su defensa, pero en su lugar Christopher desvió la vista, buscando algún punto cualquiera—. Estuve a punto de darle helado de fresa. Le hemos dado fresas desde hace meses. ¿Sabes lo que eso significa? En vez de estar ganando su corazón he quedado como idiota con él.
— ¿A caso le dijiste quién envió esas notas? —Cuestionó, mirándolo solo por un segundo.
— No, pero algún día lo sabrá.
— Entonces quiero que sepas que tampoco lo supe hace mucho, además no serás el unico que quedará mal. Te recuerdo, Lach, que fui yo quién escribió la mayoría de las notas, fui yo quien se pasó noches armando y decorando cajitas, fui yo quien se mataba pensando en nuevos postres... —Le recordó, mirándolo a los ojos finalmente—. Prácticamente he sido yo su enamorado anónimo, yo soy el idiota aquí, no tú.
Lachlan se mantuvo dubitativo por unos segundos, analizando detalladamente cada palabra que acababa de escuchar. Sacudió la cabeza algunas veces, intentando comprender.
— ¿Eso que significa? —Preguntó con cierto temor— ¿Tratas de decir que también te gusta? ¿Es eso? Creo que sería un buen momento para recordarte que no se mezclan elementos.
— No seas tonto, no me gusta Minho. Pero me parece injusto que me reclames por esto luego de tantos favores...
— Te dije que te pagaría y no aceptaste.
— No iba a cobrarte por ello, eres mi mejor amigo —se quejó—. Está claro que quería ayudarte con él.
— ¿Y a caso ya no quieres? Cuando supiste que era alérgico debiste correr a decirme. ¿No fue sorpresivo para ti?
— Su madre me lo había contado unos días antes, pero me concentré tanto en reconciliarme con él que lo olvidé y ayer tampoco lo recordé —le explicó fastidiado, ni siquiera sabía en que momento se había comenzando a molestar tanto que terminó hablando de más.
— ¿Su madre? ¿Reconciliación? —Murmuró, angustiado— ¿Estás tratando de decirme que ya has estado en su casa e incluso hablas con su mamá? ¿A caso es tu novio? ¿Por que necesitaban reconciliarse?
— Siempre escuchas únicamente lo que quieres —murmuró mientras se levantaba, ya se sentía lo suficientemente avergonzado y no quería discutir con él. Lachlan , sin embargo, también se puso de pie.
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Lo Que No Se Puede Describir (ADLNT) (ChanHo/Bangho)
Fiksi PenggemarMinho había escuchado decir, por boca de los mayores, que la adolescencia era la edad perfecta para encontrar la felicidad, el camino de la vida, y sobre todo, el amor. A sus diecinueve años, estaba medianamente de acuerdo con ello. En medio del cao...