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El cuerpo débil de Yeji descansaba en la cama de Hyunjin, mientras que el doctor de la manada le hacía un chequeó rápido.

—¿Cómo está? — preguntó rápidamente al verlo caminar fuera de la habitación.

—Esta deshidratada, tiene algunos golpes en su rostro y... — guardo silencio, mientras afligía su rostro. Hyunjin frunció el entrecejo.

—¿Y qué, doctor? — preguntó.

—Líder Hwang, tiene que ser fuerte a la noticia que estoy a punto de darle, su pareja puede que este peor, pero por favor, sea comprensible — para este punto, a Hyunjin ya no le estaba gustando por dónde iba la conversación.

—Sólo dígalo de una vez — gruñó.

—Al parecer, su pareja sufrió abuso sexual y no sólo eso, su vientre se siente inflamado, como si... — el doctor miró a Hyunjin, quién lo presionó con la mirada. —Como si hubiera tenido un aborto — finalizó.

El entrecejo de Hyunjin se hizo aún más pronunciado por la sorpresa, su puma gruñó con fuerza, dejándole un dolor en el pecho. Su mirada se posó en el suelo y fue entonces, que recordó como se había estado sintiendo la felina, ahora todo tenía sentido, todo estaba ahí...su bebé, su cachorro.

El doctor se despidió con una reverencia antes de marcharse de la cabaña del líder Alfa, dejando a Hwang en total shock y con una sensación agria en el pecho.

Había perdido a su hijo, a su cachorro. Maldijo y dejó un golpe en la pared frente a él, su puma estaba completamente enojado, no, estaba más que eso. Su pecho estaba teniendo una revolución de sentimientos, que fue inevitable no salir de su cabaña y dejar salir al puma. Sus patas se aferraron con fuerza a la tierra húmeda, dejando huellas bruscas al salir corriendo a la nada, para quitar ese dolor en su pecho y la tristeza de su corazón.

Después de algunas horas de estar mordiendo y destrozando todo a su paso, regreso a casa, aún en su forma de puma, entro a la cabaña, sorprendiendose de ver a Yeji parada en el marco de la puerta de la habitación. Cuando los ojos del puma hicieron contacto con los de la felina, no tardaron en llenarse de lágrimas y sollozar.

Yeji se sostuvo con fuerza del marco de la puerta, mientras se deshacía en sollozos y en interminables disculpas. Hyunjin no dudo en cambiar a humano y sin importarle estar desnudo, camino hasta ella y la abrazo, dejando que sus lágrimas cayeran en su hombro.

—¡L-Lo siento, lo siento, l-lo siento! — sollozó en un grito desgarrador. — ¡Y-Yo n-no lo sabía! ¡P-Por mi culpa, p-perdimos al bebé! — Hyunjin negó con la cabeza, abrazándola con más fuerza, tratando de hacerle saber que eso no había sido su culpa.

—N-No cielo, no fue tu culpa, tú no sabías nada y esos...hijos de puta, no sabes cómo me arrepiento de haberte dejado sola, aún cuando tú te sentías mal — dijo, tratando de calmarla, pero su llanto no parecía querer parar, así qué la abrazo con un poco más de fuerza. —Todo estará bien, nada fue tu culpa, superaremos esto juntos y después podremos volver a intentarlo de nuevo — Hyunjin se consideraba alguien en el que podías confiar, alguien serio y que se preocupaba por los demás, pero justo ahora, justo en este momento... sentía su corazón hacérsele pedazos, su puma estaba triste al igual que su linda gatita, estaba en un momento en el que quería sólo ser ella y él, no quería a nadie más invadiendo su espacio personal.

Quería estar juntos a su pareja, consolarla y hacerle saber que la perdida de su bebé no fue su culpa y que tampoco fue su culpa que esos idiotas hayan abusado de ella. Yeji no tenía la culpa de nada.

En medio de sollozos leves, Hyunjin cargo a Yeji en sus brazos y la llevó de regreso a la cama, en dónde la acostó y se metió a la cama junto a ella, cobijandose a ambos. La felina no dudo en abrazar a Hyunjin y hundirse en su pecho, disfrutando del calor que emanaba.

—Tú...¿Aún me quieres? — preguntó Yeji, sintiéndose insegura ante todo lo que había pasado.

—Te amo y no me importa lo que haya pasado, tú eres mi pareja y eso es lo único que debe de importarte en este momento — dejó un suave beso en su frente, dándole una caricia a su alma o con aquel gesto.—G-Gracias, por no dejar de quererme — la felina se abrazo con más fuerza de su torso, aspirando su rico aroma. Ahora más que nunca, iban a necesitar el uno del otro, para sanar, superar y olvidar este suceso tan traumático y triste de sus vidas.






















»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora