»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]

Final

—¡Oye, eso es trampa! ¡Hyunjin, ese bastardo está haciendo trampa! — el gritó de la felina hizo reír a los que estaban en la mesa, jugando a Uno.

—¡Eso no es verdad, yo gané, supéralo, panzona! — Yeji abrió la boca ofendida y su rostro se puso rojo del enojo.

—¡Estoy panzona por culpa de ese idiota, y mi camada necesita espacio, maldito criticón de mierda! — respondió, señalando a Hyunjin, quien regreso de la cocina y puso el plato de fruta picada enfrente de ella.

— Minho, deja a Yeji en paz, está embarazada, compadecete, hombre — refunfuño, posando una mano en la espalda baja de Yeji y con la otra acarició su vientre hinchado. —Mis dulces bebés — murmuró antes de agacharse y besar el vientre de Yeji.

—Bueno, bueno, ¿Jugamos otra ronda? — preguntó Sakura, recogiendo todas las cartas para volver a repartirlas.

—¡Pero sin trampas ya! — Minho rodó los ojos y soltó un suspiro cansado.

Llevaban casi una hora y media jugando a Uno y hasta ahora, Sakura había ganado tres veces, Lía cinco veces, Minho siete veces y Taehyun dos veces, Yeji sólo había ganado una vez y estaba muy frustrada. Hyunjin se negó a jugar, debido a que la vez pasada que se reunieron en su casa a jugar y Hwang ganó cinco veces, sin embargo, se arrepintió después de ver la cara de pocas pulgas de su pareja, quien lo dejo en abstinencia durante dos semanas, dos crudas y horribles semanas en las que tuvo que conformarse con su mano. Hyunjin había aprendido la lección y por eso ya no jugaba con ellos.

Jisung y Chaeryeong habían quedado en ir más tarde, ya que tenían algunas cosas que hacer en la aldea, ¿Y como no? Si habían inaugurado una escuela en la manada, dónde los cachorros iban a aprender de manera gratuita, brindándoles la posibilidad de aprender a leer y saber lo básico de matemáticas. Chaeryeong se había juntado oficialmente con Jisung, quien le dió su marca tres meses después de que Hyunjin lo hizo con Yeji, y desde entonces, eran la amorosa pareja Han que amaba a todos los cachorros de la manada.

Sakura y Taehyun habían decidido quedarse en la manada, porque después de lo que había sucedido con Sakura, sentía que la ciudad ya no era algo que necesitaba para poder vivir, se sentía incómoda de tan solo pensarlo.

Por otro lado y después de haber renunciado a la empresa de Bangchan; esté regreso a la ciudad junto con Yuna, se despidieron y agradecieron por la hospitalidad, y todo quedó bien entre ellos.

—Oye Yeji, ¿Y para cuando nacen los gemelos? — preguntó Lía, mirando sus cartas antes de poner una azul encima de la otra que era del mismo color.

—Pues, el embarazo de los gatos como yo, dura de tres a cuatro meses, mis bebés crecen más rápido y nacerán creo que a finales del próximo mes, claro, si no es que están tan ansiosos de conocernos y quieren salir antes — rió, contagiando a los demás en la mesa. —¿Y Haram, Doyoung, Rora, Jihoon y Kai, aún siguen con tus padres? — preguntó ahora Yeji.

—SÍ, regresan mañana, mis dulces bebés — sonrió.

—Esos niños me van a matar un día de estos — murmuró el león, dejando una carta cuando fue su turno de tirar.

—¿Por qué? Esos niños son un amor — mencionó Hyunjin, mirando con una sonrisa como Minho soltó un bufido.

—Eso es verdad, tus hijos son tiernos, sino fuera porque su madre es muy envidiosa, me los llevaría a mi cabaña a pasar un mes entero — Lía miró con recelo a la loba, quien le sonrió.

—Soy muy estricta con mis bebés, así qué, olvídalo — jacto, tirando ella ahora una carta y mirando a su esposo.

—¿Por qué dices que te van a matar tus hijos? — retomo el tema el puma, mirándolo curioso.