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Para Yeji, volver a salir de la cabaña había sido un gran paso para ella, después de días mirando a través de una ventana, con el constante miedo de que alguien viniera y la se la llevará en contra de su voluntad, ahora aquello sólo quedaba como una mala sensación.

La felina apretó suavemente la mano de Hyunjin, quien la miro y le sonrió, tranquilizando cualquier pensamiento o sensación negativa que estuviera haciéndose presente en esos momentos. Después de semanas en trabajar en que volviera a sentirse segura, y que volviera a sonreír de la manera en que lo hacía ahora, realmente había sido un trabajo difícil para Hyunjin, sin embargo, no había sido imposible.

Y lo había logrado.

Ambos llegaron a una cabaña; después de haber saludado a casi toda la aldea, y que algunas mujeres se acercarán a Yeji, a preguntar su estado de salud, la felina agradeció su preocupación y mencionó que ya estaba mucho mejor.

Hyunjin le había comentado a Yeji sobre la chica con la que estaba, había pedido verla y hablar con ella, al principio, simplemente se quedó en silencio y lo estuvo pensando, no quería que aquellos recuerdos regresarán a su cabeza, pero comprendió que si enfrentaba a esos recuerdos, estaría dando tres pasos más adelante de dónde se encontraba ahora.

Al llegar a la cabaña donde actualmente estaban utilizando para vivir, Yeji tocó la puerta, esperando unos segundos, hasta que se abrió, pero de manera suave y sólo mirando por un pequeño espacio.

—¿Yeji? — la voz de Sakura sonó temblorosa, lo cual le hizo saber que estaba a nada de romper en llanto por verla ahí, bien y mucho mejor de lo que estaba aquel día. Sakura abrió por completo la puerta y no dudo en abrazar a Yeji.

La felina sonrió con tristeza antes de regresarle el abrazo a Sakura. Después de ese abrazo, entraron a la cabaña, Hyunjin tomó asiento a lado de Yeji, quien miraba atenta a Sakura, la loba había tomado asiento en el sofá de enfrente y apretaba sus manos con nervios.

—Sé que quizás ya te había dicho esto, pero...me quiero disculpar contigo, mi hermano y yo siempre estuvimos molestandolas, e incluso nosotros... — la mano de la felina fue a parar a las manos nerviosas de Sakura, quien la miro con un poco de sorpresa, Yeji le sonrió suavemente y negó de la misma manera con la cabeza. —Fuimos muy molestos, ¿Cierto? — preguntó con un toque de broma.

—Nada que no pudiéramos soportar — comentó, aligerando el ambiente que se había hecho.

—Por cierto, ¿Chaeryeong está bien? También tenemos que pedirle una disculpa — mencionó.

—Ella está bien, incluso vive a unas cabañas cerca de la tuya, ayer fue a verme y me preguntó cómo estabas, la verdad no lo sabía porque no había tenido la oportunidad de venir a verte, pero ahora que te veo, puedo decir que te ves mucho mejor — Sakura sonrió de lado y asintió.

—Gracias a tí, no perdí la esperanza de ser salvada — dijo, limpiando unas lágrimas traicioneras que se habían resbalado de sus ojos, rodando por sus mejillas. —Eres una gran persona y... sé que alguien allá arriba te lo recompensará — Yeji miró con atención a Sakura, sus ojos le brillaron con esperanza y mucha melancolía. —Sé que es un tema delicado aún para tí, pero déjame decirte, que serás una gran madre y también sé que tú futuro bebé o camada, estará muy orgullosos de tenerte como una madre, porque eres una gran, gran persona — ahora fue Sakura quien envolvió la mano de Yeji, brindándole calor y esperanza a su corazón aún herido.

Hyunjin escuchaba atentó y sonrió cuando Yeji asintió con mucha emoción.

Haber perdido a un bebé del cual no tenían conocimiento fue muy devastados, en primera, porque no tuvieron los debidos cuidado, tanto Hyunjin como Yeji, sabían que haberlo hecho sin algún tipo de protección de por medio, les traería una sorpresa, sin embargo, sucedieron cosas y ninguno de los dos fue lo suficientemente responsable para recordar o al menos, notar ese punto importante cuando los síntomas se hicieron presentes.

Sin embargo, la culpa de haberlo perdido no fue de ninguno de los dos, fueron descuidados y confiados, sí, pero ellos no interrumpieron la gestación. Por otro lado, la única persona que tenía la culpa, era aquel hijo de puta que se había atrevido a tocar a Yeji, después de todo, los golpes no habían sido suaves y el contacto sexual fue forzado.

Hyunjin sabía que no había sido suficiente hacerlo sufrir cuando lo tuvo frente a él, ya que había olido el aroma de Yeji en su ropa y eso le dijo todo, no hizo preguntas, ni amenazas, sabía que él era quien tenía a Yeji y no dudo en atacar. Fue tan satisfactorio arrancarle órgano por órgano, escuchándolo gritar del inmenso dolor y sufrimiento que tenía por hacerle hecho eso, para después, darle paso a su puma, quien lo termino por destrozar completo, lanzando pedazos de su piel y partes de su cuerpo por el suelo de la aldea, sin embargo, quedó totalmente destrozado.

Pero a pesar de haber asesinadolo y haber tenido la dicha de regresarle el dolor que le causó a su pareja; no lo había sentido suficiente, y menos cuando se enteró del aborto de su bebé, aquel que no había conocido por su culpa.

Pero tenía que conformarse con lo que le había hecho, de alguna manera y otra, sabía que lo pagaría en el infierno de la peor manera posible, él y su gente, quienes destruyeron las vidas de muchas mujeres inocentes y que algunas lamentablemente, fallecieron.

Sus ojos miraron los brillante de Yeji, quien se giró un momento a mirarlo y dedicarle una sonrisa, antes de regresar a lo suyo.

Tenía mucho que superar y olvidar, de lo contrario, traería al mar de incertidumbre y culpas a su preciosa Yeji, quien había mejorado mucho y ya no quería verla sufrir de nuevo. Nunca.





























»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora