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La noche cayó en la aldea, muchas cabañas prendieron sus luces que tenían gracias al duro trabajo de el alfa líder Jeon, quien se había propuesto en darles al menos ese beneficio para que no estuvieran tan oscuros en la noche.

Yeji miraba por la ventana mientras mordía la uña de su dedo pulgar, se sentía ansiosa. Desde hace cuatro horas Minho llegó a la cabaña de Hwang, mencionando que aún estaba realizando algunas cosas para no dejarlas para después y dejar en peligro la aldea por la noche, mencionó que no tardaría, sin embargo, ya habían pasado horas y no había señal de Hwang.

—Te traje un té con unas galletas — Yeji se giró y miró a Lía parada en el marco de la puerta, sosteniendo una charola con la comida y regalandole una sonrisa.

—Oh, no te hubieras molestado, déjame ayudarte — la felina no dudo en caminar hasta Lía y tomar la charola en sus manos, para dejarla encima del mueble de noche. Yeji se giró a ver a Lía, quien se habia quedado para ahí, parecía como si quisiera decirle algo. —Mhm, ¿Sucede algo? — preguntó, Lía la miro con ojitos brillosos y miró hacía la puerta, verificando que nadie veía para acercarse rápidamente a Yeji, con una sonrisa llena de emoción.

—Oye, ¿Sabés algo de medicina para híbridos? — preguntó, manteniendo la esperanza de que dijera que sí.

A Yeji se le hizo extraño que le preguntará algo así, sin embargo, Lía tomo una de sus manos y la posó encima de su vientre, sorprendiendola bastante al saber lo que quería decir.

—Dios mío, ¿Estás en cinta? — preguntó en un tono bajo, sonriendo emocionada. Yeji siempre había tratado con las híbridas embarazadas, las cuales algunas habían sido llevadas a la empresa, para registrar y ayudar en lo que podían, más que nada, darles una mejor vida que la que sus esposos o incluso manadas le daban, ella se especializaba en tratar sus embarazos, incluso una vez ayuda a una híbrida de perro a dar a luz a cuatro cachorritos.

—Creo que sí, no lo sé, por eso quiero que me revises, me gustaría darle la noticia a Minho el día de su cumpleaños — Yeji sonrió y asintió.

—Claro que sí, ven, acuéstate aquí en lo que voy por algo a mi mochila — Lía hizo lo pedido y se recostó en la cama, vió a Yeji caminar rápidamente hasta su mochila y sacar un maletín blanco, lo abrió y de esté saco un estetoscopio, se lo puso en los oídos y tomo el otro extremo, alzando un poco la blusa de Lía antes de empezar a colocar la superficie plana y fría por su abdomen.

Lía veía a Yeji hacer su trabajo muy concentrada, poco después, se quitó esa extraña cosa de las orejas y le sonrió.

—Felicidades, estás embarazada — confirmó. Lía se acomodó la blusa y se puso de pie inmediatamente, sin dudarlo, abrazo a Yeji, sintiendo un agradecimiento por haberla revisado y confirmado su estado, no quería ilusionar a Minho como el año pasado, el pobre había estado decaído por varios días, después se le pasó, pero sabía que esa era su más grande ilusión.

—Muchas, muchas gracias, de verdad, te lo agradezco — Yeji sonrió melancólica al escuchar la voz de Lía romperse y abrazarla con fuerza, ella también le regreso el abrazo.

Cuando se separaron, Yeji le sonrió y tocó con delicadeza el vientre un poquito hinchado de Lía.

—Tienes que empezar a comer un poco más, basándonos en que él es un león y tú una conejita, aún no es seguro que genes sean más fuertes para decirte que es lo que tendrás, sin embargo, si empiezas a tener un gusto muy fuerte por la carne en los últimos días, entonces puedo decirte que será un león como su padre, pero si sigues comiendo zanahorias y otro tipo de verduras, probablemente sean una camada de conejitos — aquello sólo emocionó aún más a Lía.

—Dios mío, no puedo creerlo — sonrió demasiado feliz.

Después de haber platicado un gran rato con Lía, Minho fue a buscarla para llevarla a descansar a una de las habitaciones que Hyunjin tenía para las visitas en su cabaña, debido a que aún no había regresado.

Yeji se quedó despierta, pues Jisung y Chaeryeong también se habían ido a descansar, sonrió al recordar a Chaeryeong hablando maravillas de ese lobo. Su amiga se había enamorado de la persona quien la salvó.

Con pasos silenciosos se acercó a la sala, en dónde escucho como volvían a tocar la puerta con la misma suavidad que antes, tragó saliva con pesadez antes de acercarse a la puerta.

—¿Quién es? — preguntó, dudando si abrir o no.

—Soy Hyunjin, abre la puerta — un suspiro lleno de alivio recorrió todo su cuerpo, sin dudar quitó el seguro y abrió la puerta, dejando entrar a Hwang, quien estaba un poco sucio y sudado. —¿Qué haces despierta aún? — preguntó al verla con sólo unos calcetines en los pies.

—¿Por qué tardaste tanto? Estaba preocupada, pensé que te había sucedido algo — murmuró. Hyunjin sonrió de lado antes de tomar de su mano y caminar juntos hasta su cuarto, cerrando la puerta después de entrar.

—Tarde porque tenía que asegurarme que nada saliera mal, de ser así, todo sería un tremendo caos — respondió, soltando su mano y quitándose su chaqueta, para tomar una muda de ropa limpia y una toalla. —Puedes acostarte ya, iré a darme un baño y en unos minutos estoy contigo, ¿Sí? — Yeji presionó sus labios y asintió.

Hyunjin le sonrió antes de meterse al baño. Yeji se quedó un momento ahí parada, cuestionando en todo lo que había estado pensando desde la tarde. Tomó aire y coraje al mismo tiempo, se quitó la camisa tres tallas más grande que ella, su shorts y su ropa interior, tomo una toalla y envolvió su cuerpo antes de pararse frente a la puerta del baño, inhaló y exhaló una vez, para después entrar al baño.

Yeji cerro la puerta detrás de ella, antes de soltar la toalla y entrar a la ducha con él. Hizo a un lado la cortina que los separaba, entrando en silencio, cuando Hyunjin se dió la vuelta, se sorprendió de ver a la felina ahí, desnuda y mirándolo con un brillo en sus ojos.

—Yeji — balbuceó sin poder creer lo que estaba viendo.

—No puedo seguir ignorando lo que mi gatita quiere — mencionó, dando unos pasos hacia él, subiendo sus manos por sus pectorales hasta enganchar sus manos detrás de su nuca.

—¿Y sólo tu gatita lo quiere? — preguntó Hwang, dejando que sus ojos brillarán en un amarillo para después cambiarlos a un color verde claro, las manos del puma no dudaron en rodear las caderas de la felina, sonriendo al sentir su delicada y suave piel, de nuevo ente sus manos.

—No — confesó. —También yo. Y eso fue suficiente para empezar un beso demasiado necesitado y lleno de sentimientos reprimidos.




























»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora