»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]

07

Hyunjin salió del despachó de Minho con un sólo objetivo en mente. Sus ojos se dirigieron automáticamente hacia Yeji, quien lo miró con alivio,
la híbrida de conejo frente a ella sólo hablaba de zanahorias y crema de zanahoria.

Yeji dejó la taza que le habían brindado antes de levantarse,
iba a realizar una reverencia de agradecimiento por quedarse con
ella por unos minutos y el té que le dieron; sin embargo, Hyunjin la tomó del brazo con fuerza, aquello definitivamente no era lo que se había esperado.

La jaló fuera de la casa, Yeji miró al amigo de Hyunjin, quien se había acercado a abrazar a su esposa, ambos le dieron una última mirada a Yeji, pero no era cualquier mirada, era una mezcla de odio y miedo.

Siendo jalada bruscamente por Hyunjin, quien ignoraba sus llamados para que se detuviera y de la estaba lastimando, él siguió jalando de ella mientras caminaban hacia una cabaña, la cual se encontraba un poco retirada. Al llegar, Hyunjin no soltó el brazo irritado de Yeji, mientras sus orejitas estaban agachadas y su colita estaba enrollada en su cintura, él tocó con fuerza la puerta de aquella cabaña.

Esperaron un momento en silencio, hasta que la puerta fue abierta y un chico salió al llamado desesperado de su jefe y líder de la aldea.

El chico abrió los ojos sorprendido
y sin que le permitieran decir nada, Hyunjin entro rápidamente a su hogar, trayendo a Yeji con él, al entrar no dudo en sentar de un empujón a la gatita en el sofá del chico, quien un poco asustado y confundido por su inesperada visita, se acercó rápidamente.

—H-Hyunjin, ¿Qué te trae por aquí? — preguntó, interponiendose en su camino hacia la puerta que estaba cerrada, pareciendole extraño, Jisung no solía cerrar la puerta que daba a su habitación, decía que le gustaba mantener fresco su zona donde vivía.

—¿Dónde está? — preguntó con la mandíbula apretada y los ojos brillando en un amarillo y verde. Su puma estaba enojado y a la defensiva.

—¿De quién estás hablando? Aquí no hay nadie nada más que yo, ya lo sabes, ¿Qué te pasa, estás bien? — preguntó, fingiendo no saber nada de lo que estaba hablando, sin embargo, Hyunjin conocía a Jisung desde que eran niños, así qué, sabía a la perfección que estaba mintiendo.

—Dile que salga o yo la sacaré y te juro que no seré amable, me conoces así que no me trates como un idiota fingiendo demencia, Jisung — soltó, sonando tranquilo, sin embargo, Jisung sabía que se estaba conteniendo para no volverse salvaje y lastimarlos.

Jisung soltó un suspiro, le dió una mirada de reojo a Hyunjin y después a la chica que sollozaba en bajito sentada en su sillón, para después entrar a su habitación y cerrar la puerta detrás de él.

Hyunjin soltó un suspiro y posó sus manos en su cadera, mirando a Yeji encogerse de miedo al tener su atención en ella.

Minutos después, la puerta se abrió, el primero en salir fue Jisung y alguien venía detrás de él, pegada a su espalda, temblando de miedo y tratando de tranquilizarse con el aroma de Jisung.

Yeji dirigió la mirada hacia el chico, tratando de no hacer mucho movimiento, para evitar llamar la atención del molesto puma. Sin embargo, cuando la persona que se escondía detrás de ese chico, salió detrás de él, mostrándose, Yeji sintió un nudo en el pecho y no dudo en levantarse y mirar a la persona que estaba ahí.

—¿Cha-Chaeryeong? — la mencionada dirigió su mirada hacia ella y abrió los ojos sorprendida al ver a Yeji ahi, con los ojos irritados y los párpados hinchados del llanto que tenía en ese momento.

—¡Y-Yeji!— rodeando a Jisung por el lado contrario, corrió hacia Yeji y la abrazo con fuerza, ambas lloraron de alegría y de alivio al saber que estaban bien y que no les había sucedido absolutamente nada.

Hyunjin miró a ambas con molestia, el puma soltó un gruñido y no dudo en caminar hasta Yeji y separarla de inmediato de aquella mujer, quien lloraba al igual que ella.

—Basta, siéntense y cállense — ordenó, ambas gatitas obedecieron, sin embargo, se sentaron juntas, tratando de darse consuelo ante el momento lleno de miedo que estaban pasando en este momento.

—¿Cómo se conocen? — preguntó Jisung a Chaeryeong, quien le sonrió amable, sin embargo, el puma interrumpió, haciendo sobresaltar a ambas.

—¡Suficiente! — el lobo frunció el entrecejo y no dudo en acercarse un poco confundido y molesto a su líder.

— Hyunjin, ¿Qué es lo que te sucede? Son sólo unas chicas, las estás asustando — señaló con la cabeza, Hyunjin se permitió sonreír sin gracia antes de mirar a Jisung.

—No son solamente unas chicas, Jisung — dijo, pasando por su lado y acercándose a ambas, haciendo que se acercarán un poco más, protegiéndose una a la otra. —¿Quién las mandó y por qué? — preguntó, mirando a una y después a la otra.

Chaeryeong miró a Yeji, sintiendo los nervios atacarla. Ambas lloraban en silencio.

—N-No sé a que te refieres con e-eso — contestó Yeji, tratando de sonar clara.

—Ya, en serio — Hyunjin rió sin gracia y asintió con la cabeza, llevó sus dedos y rasco suavemente su frente, tratando de tener un poco más de paciencia con ambas. Incluso si su puma trataba de salir para evitar hacerle daño a su pareja, no era momento de romanticismos, ya que por eso, podría perder a su familia, a su aldea. —¿Con qué tipo de cazadores trabajan, eh? ¿Cuánto ganan por una cabeza de uno de nosotros? Debe de ser mucho, ya que haber venido aquí, fingiendo ser las víctimas, fue un enorme esfuerzo para ambas — tanto Yeji como Chaeryeong negaron con la cabeza.

—¡No trabajamos para ningún estúpido cazador! — gritó Chaeryeong, sintiendo que en cualquier momento vomitaria, los nervios la estaban matando en ese momento. —¡Nosotras trabajamos para una empresa que se encarga de proteger a los híbridos de los estúpidos cazadores que nos quieren matar día a día! — finalizó, abrazando a Yeji.

Hyunjin frunció el entrecejo y se giró a ver a Jisung, quien también estaba un poco sorprendido por lo que la castaña había dicho.

Bien, definitivamente Hyunjin sólo hacia las cosas mal y ahora entendía porque Yeji se quería ir de su lado. Demonios.