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Las semanas transcurrieron de manera tranquila entre ambos y la aldea, todos empezaban a visitar a Yeji casi seguido, sobretodo, algunas mujeres que presentaban alguna enfermedad que no iba más allá de algún resfriado o temperatura alta por estar tan tarde fuera de casa.

Sakura iba a su cabaña para ayudarle a atender a las personas y cuando no había mujeres a las cuales atender, entre ella, Yeji y Chaeryeong se encargaban de realizar galletas para los cachorros que jugaban por las tardes en el parque de juegos que no estaba lejos de la cabaña de Hwang.

Yeji había tomado esa costumbre todas las tardes, se levantaba temprano a preparar la masa de las galletas, la dejaba reposar unos minutos en lo que ella preparaba el desayuno para ella y Hyunjin, después de desayunar, iniciaba con la preparación, algunas veces Chaeryeong, Sakura y Lía iban a ayudarle y otras simplemente pasaban por ellas después de que las galletas estuvieran listas.

Hoy había decidido ayuda de las chicas, por eso, había hecho más galletas que de costumbre.

—¿Cómo sigue Taehyun? — preguntó Chaeryeong a Sakura, quien le sonrió amable a la felina. Ambas habían hablado y Sakura le había pedido disculpas muchas veces, sin embargo, Chaeryeong le dijo que no pasaba nada, que ahora tendrían una oportunidad de iniciar de nuevo y siendo amigas sin problema alguno.

—Está mejor, a veces tiene un poco de dolor de espalda, pero fuera de eso, está mucho mejor — dijo, haciendo que las demás asintieran aliviadas.

Algunos cachorros jugaban felices en la cancha, la pelota era su mayor entretenimiento en esos momentos, ya que otras veces jugaban a atrapadas o a escondidas, pero está vez, habían optado por jugar con un balón. Las chicas gritaban dándoles ánimo y apoyando a ambos equipos, los niños reían aún más animados y con más motivación.

Estuvieron jugando otro rato más, y lo hubieron hecho toda la tarde, de no ser por un invitado que surgió de la misma selva, entre las plantas y ramas. Tanto Yeji como Chaeryeong y Sakura se pusieron de pie inmediatamente, viendo con sorpresa a su jefe y poco después, aparecieron dos personas más, siendo Yuna, la secretaria del señor Bang y San, un empleado de la empresa, conocido por ser el explorador con más experiencia y con más misiones cumplidas, era muy famoso a decir verdad.

—J-Jefe Bang — la voz de Yeji salió en un tartamudeo por la sorpresa.

Los cachorros dejaron de jugar y corrieron despavoridos a sus hogares, viendo a esas nuevas personas como desconocidos y teniendo cierta desconfianza de ellos. Lía se puso de pie y dió dos pasos hacia atrás, posando inconscientemente una mano sobre su estómago, un acto de protección hacia su bebé.

—¡Chicas, que bueno que las encontré, no saben lo preocupado que estaba, cuando me enteré qué...! — Bangchan empezó a acercarse hacia ellas, sin embargó antes de poder llegar, un puma negro se interpuso entre la distancia que separa a Bangchan de las chicas. Yeji soltó un jadeó de la impresión de ver a Hyunjin aparecer de manera repentina. —Maldición — murmuró deteniendo su paso de inmediato y posando a Yuna detrás de él, como protección. —Uhm...¿Lo conocen?

Después de que Yeji hablara con Hyunjin y esté regresará a su forma humana, claramente en su hogar, ya que no quería que lo vieran desnudo y menos personas desconocidas. Todos se reunieron en la cabaña de Hyunjin, ya que había sido una condición para que Yeji pudiera hablar con ese sujeto y sus acompañantes.

—Me enteré por medio de los chicos que desaparecieron de camino hacia las tiendas de campaña, cuando me lo hicieron saber, empecé a mover mis contactos por todos lados para que las encontrarán, pero no me dieron respuestas positivas, ya que este lado de la selva se considera peligroso por haber híbridos de linaje más fuerte — explicó, dándole una mirada de reojo a Hyunjin, quien estaba en la cocina, escuchando su plática mientras tenía un ojo en Yeji y en las chicas, cuidandolas sin intervenir.

—Sucedieron muchas cosas, jefe Bang — inicio Chaeryeong. —Pensamos incluso que se había olvidado de nosotras — confesó.

—¿Qué? No, no, claro que no — aclaró. —No me olvidé de ustedes, al contrario, hacia lo que podía para que un grupo de personas de la empresa fuera a buscarlas, pero ningún cobarde quiso hacerlo, así qué, tuve que venir yo mismo.

—Nosotros también nos ofrecimos a venir, nos pareció buena idea acompañar al jefe Bang y buscarlas de forma aún más desesperada — comentó la dulce voz de la ardilla, haciendo sonreír a las chicas. —

—Oh, también el explorador San se ofreció a acompañarnos, al principio se lo propusimos pero se negaba, pero cuando le dijimos que se trataban de ustedes, inmediatamente aceptó — dijo.

El híbrido de tigre de bengala, que se había mantenido en silencio y escuchando la plática, sonrió apenado y negó con la cabeza.

—Son parte de la empresa y somos como tal, una familia y a la familia nunca se le abandona — sonrió, mirando directamente hacia una persona en especial.

Hyunjin frunció el entrecejo y siguió la mirada de ese sujeto hasta caer en Yeji, quien le regreso la sonrisa con amabilidad. El puma en su interior rugió con molestia y celos, mientras que su lado humano, apretó la orilla del muro de la barra, clavando su intensa mirada en el tigre, quien al parecer sintió la mirada en él y giró su rostro para mirarlo.

Hyunjin fingió ser amable y sonrió, San le devolvió la sonrisa sin intensión aparente, sin embargo, Hyunjin ya lo había insultado de mil maneras diferentes en su mente.
























»Amor enlazado 🌿 +18 [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora