Christian se entera de que su rival, Torger Wolff, mejor conocido como Toto Wolff, es su Alfa destinado. El problema, es que la FIA prohíbe totalmente a los betas y omegas, por esta razón Christian tiene que ocultar su casta, haciéndose pasar por un...
Mick se despertó lentamente, la luz se infiltraba por la ventana, molestando un poco su vista. Se acomodo en la cama, sentándose contra el respaldo de la cama. Schumacher frunció el ceño, bastante confundido, no estaba en su motorhome, pero entonces, ¿Dónde estaba?
El rubio inspeccionó un poco el motorhome, era bastante bonito a decir verdad, y por alguna extraña razón, le resultaba un tanto conocido.
⟨⟨ alfa...? ⟩⟩ , retumbó en su interior, oh no, ya sabía porque el motorhome le resultaba tan familiar, ¡Era de Lewis!
Justo en ese momento, el omega pudo escuchar como la puerta era abierta, sus mejillas tomaron un color carmín intenso al ver al alfa llegar con dos cafés en una de sus manos.
—Oh, despertaste— dijo Hamilton sorprendido al ver al alemán despierto.
—¿Qué pasó anoche?— pregunto rápidamente el rubio.
—Buenos días para ti también, Mick— acotó el alfa de Mercedes con una sonrisa amistosa.
—Buenos días Lewis, ¿Qué pasó anoche?— espetó el omega de Mercedes, quien ya se estaba impacientando.
—Pues...tuvimos sexo— menciono Lewis de lo más tranquilo.
Mick abrió sus ojos en acción de sorpresa, ¿Cómo había pasado? Y también, ¿Por qué lo había dejado?
—¿Cómo sucedió?— Pregunto Mick, serio y avergonzado a la vez.
—No lo sé, solo paso— comento Hamilton, buscando un poco de ropa en su closet.
El alemán cubrió su rostro con sus manos, no podía creer que haya permitido que sucediera.
—Ten, quizás te quede un poco grande. Pero mi alfa destrozo tu ropa, perdón por eso— espetó Lewis, extendiendo una camisa de Mercedes y unos pantalones negros.
—Gracias, supongo— respondió Mick apenado.
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—¡Max!— chillo el omega, dejando escapar varias carcajadas.
Emilian dejo salir a la luz una hermosa sonrisa, sin dudas escuchar a su omega reír era una de sus cosas favoritas, incluso lo calificaría mejor que mejor que una victoria.
Checo abrazo a Max con suavidad, disfrutando de las feromonas a Pino fresco del alfa.
—Te amo, Mijn liefje— dijo el holandés de Red Bull, besando las bonitas mejillas del Mexicano.
—Y yo te amo a ti, Mi cielo— espetó el Tapatío, dejando un beso en los labios del rubio con cariño.
Max abrazo a su omega por la cintura, disfrutando del beso como si de un nectar vital se tratase.
—Tu mirada es tan seductora que no puedo evitar perderme en ella— comento Sergio acurrucándose en los brazos de su alfa.
Max, sin entender ni un poco lo que había dicho su omega, decidió no preguntar para así no arruinar el bonito momento.
