♡︎ 𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 8 ♡︎

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Christian abrió lo ojos lentamente, definitivamente no sabía dónde se encontraba. Estaba algo desorientado, lo último que recordaba era haber estado con Checo.

-Hey, despertaste- murmuró una voz conocida, no se oía muy lejana.

Sus ojos se guiaron hasta la persona proveniente de la voz, y ahí pudo reconocer a la chica, era Geri.

-¿Que pasó?- pregunto Horner casi en un susurro.

-Te desmayaste, Chris. Según el doctor es por descuidar tu cuerpo, ¿Cómo es que no has dormido?- Acotó la ex spice girl con preocupación.

-Tenía que trabajar, Helmut y Jos me han estado presionando demasiado- dijo el rubio, acomodándose mejor en la camilla.

-Ay Chris, agradece que Toto te encontró.

Los ojos del Británico se abrieron de sorpresa, ¿Toto lo había encontrado? ¡Por qué lo había encontrado él y no Checo?

⟨⟨ da igual, ¿Que importa? Nuestro alfa nos salvó! ⟩⟩

Christian suspiró, al menos su omega seguía igual.

-Él está afuera, ¿Quieres verlo?- indagó la pelirroja, sonriendo dulcemente.

El rubio la observó por unos minutos, dudando sobre su respuesta. Luego de un rato, formó una sonrisa tímida y asintió.

Geraldine chilló de emoción, saliendo de la habitación de hospital para luego de un rato, volver con Toto. El alfa se veía igual que siempre, exceptuando que no llevaba una camiseta de Mercedes, si no una camiseta negra, la cuál le quedaba exelente.

-Hola, ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?- pregunto el Austriaco, acercándose lentamente hacia la camilla.

-Hola, bien, algo cansado. ¿Y tú qué tal?- dijo, decidiendo dejar su lado seco de lado. Al fin y al cabo, Toto lo había 'salvado' y ayudado.

-Bien, preocupado por ti. Me asustaste demasiado- masculló el director de Mercedes, sonriendo tímidamente.

-Lamento haberte asustado, no era mi intención.

-No pasa nada, solo temía que te pasará algo malo.

Christian tragó saliva, el alfa siendo amable causaba cosas en su interior. O, en lenguaje cursi, mariposas en el estómago.

-¿Puedo sentarme?- inquirió Toto, señalando la cama.

El "alfa" asintió, dejando más espacio para el Mercedes. Toto se sentó sobre la camilla, sonriendo felizmente por la cercanía entre los dos.

-¿Por qué fuiste a mi oficina?- Horner pregunto curioso.

-Quería pasar tiempo contigo— admitió el pelinegro con algo de vergüenza.

-Oh, ¿Enserio? Yo también quería verte...- murmuró él "alfa" de Red Bull.

Los ojos de Torger se abrieron, sorprendidos. El alfa pudo sentir como su corazón comenzaba a acelerarse.

Toto movió un poco su mano, vacilando en si tomar la mano del rubio. Los ojos de Horner lo observaban, con ese brillo que los caracterizaban.

-Quisiera que estemos solos- menciono Christian, abriendo los ojos en grande al darse cuenta de sus palabras.

Toto río por lo bajo, regalandole a Horner una sonrisa dulce.

-A mi también me gustaría que estemos solos. Cuando salgas de aquí podríamos ir por algo de comer, ¿A un restaurante, quizás?- murmuró Toto, tomando la mano de Christian.

¿Mi destinado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora