Christian se entera de que su rival, Torger Wolff, mejor conocido como Toto Wolff, es su Alfa destinado. El problema, es que la FIA prohíbe totalmente a los betas y omegas, por esta razón Christian tiene que ocultar su casta, haciéndose pasar por un...
Christian salto feliz, Max había ganado la carrera de Monaco, uno de los circuitos más difíciles de toda la formula 1. Checo quedó en tercer puesto y, sorpresivamente, George Russel en segundo. Su omega revoloteaba feliz, sus dos pilotos habían quedado en podio, cómo casi siempre.
Camino hacia los boxes de Red Bull, estaba empapado de champagne así que tenía que cambiarse su ropa.
Se sentía emocionado de cierta forma, su cita con el alfa sería hoy y el todavía no sabía ni que iba a ponerse.
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Mattia hablaba animadamente con Toto, la carrera había salido bien para Ferrari y Mercedes.
-¿Has visto a Christian? Quería felicitarlo por la carrera- Indagó Mattia, buscando con la mirada al británico.
-Lo saludé hace un rato, supongo que fue a cambiarse de ropa, lo bañaron en champagne- espetó Toto, sonriendo dulcemente.
-Oh, ya veo, tendré que felicitarlo después- acotó Binotto, rascando su nuca con nerviosismo.
-¿Te gusta?- Mattia lo miro confundido- Christian, ¿Te gusta?- pregunto mirando hacia el ingeniero de Ferrari.
El alfa de Ferrari se sonrojo, mirando hacia abajo. Toto hizo una mueca, ¿Que significaba reacción? ¿Acaso a Mattia realmente le gustaba Christian? Es decir, podía entenderlo, el "alfa" de Red Bull era una belleza andante. Sus caderas marcadas, sus ojos cafés, su cabello rubio, el deseo de todo omega, beta y alfa.
-Pues, es un Alfa bastante lindo, y aunque sea alfa.... Realmente me tiene loco- espetó binotto, sonriendo avergonzado.
Las palabras del Tifosi solo causaron que la presión en el pecho solo crecía más y su alfa gruñía molesto.
-Oh, está bien- dijo Toto, sintiendo como su alfa intentaba tomar el control.
Quería decirle, decirle que ha Is conseguido una cita con el director más bello de toda la puta fórmula 1.
-No le digas a nadie sobre esto pero, el y yo nos besamos en una fiesta hace mucho- menciono el ingeniero automotriz.
Torger abrió los ojos atónito, ¿Cómo era posible que Christian Horner había besado a Mattia Binotto? Bien, definitivamente estaba enfadado.
-Tengo que irme, adiós- espetó Toto, sonriendo falsamente, para después caminar hacia su auto.
Christian miraba su armario con duda, ¿Que carajo se pondría para ver al Alfa de Mercedes? No podria usar lo mismo que en la fiesta, necesitaba usar otra cosa.
Su teléfono comenzó a sonar, indicándole al omega que lo estaban llamando. Contesto antes de llevarse el teléfono a la oreja.
-¿Hola?- pregunto Christian, buscando alguna camisa linda entre las tantas de Red Bull que de encontraban en su armario.
