♡︎ 𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 36 ♡︎

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Christian llegó a el departamento de Toto algo desanimado, el accidente de Checo seguía en su cabeza, seguía sintiendo que era su culpa, a pesar de que los medios dijieron que fue culpa de Sergio, muy en el fondo, sabía que era su culpa.

Toto lo recibió con los brazos abiertos, envolviéndolo en un abrazo, inundandolo con sus feromonas de ámbar y licor, Christian se relajo de sobremanera, sonriendo dulcemente cuando el Austríaco comenzó a dejar caricias sobre su vientre.

-Hola precioso, ¿Cómo estás?- pregunto Toto sonriendo dulcemente.

-Bien...lo de Checo....no fue lo mejor, me sentí mal por él y no me quiero imaginar cómo se sintió Max al enterarse.

-Ay cielo, es normal, a veces no todo sale como queremos, es automovilismo- replicó Toto con tranquilidad.

-Lo sé...solo me siento mal por Checo.

Toto asintió con lógica, en cierta parte entendía como debía sentirse Chris, su instinto se sentía mal por el Mexicano.

-¿Te sientes cansado?- cuestionó Torger al ver la expresión de Christian.

-Solo un poco, es algo raro pensar que ahora hay una cosa creciendo en mi interior- alegó Horner con una sonrisa algo cansada.

Toto sonrió dulcemente, le resultaba gracioso los apodos que Christian le ponía al bebé.

-Ven, vamos a sentarnos en el sofá- musitó Toto, agarrando a su omega de la mano.

Una vez que estuvieron sentados en el sofá, Christian se acurrucó contra Toto, liberando sus feromonas, impregnando al Austríaco con estas.

-¿Tuviste un buen día?- inquirió Chris, reposando su cabeza en el pecho de Toto mientras jugaba con sus manos.

-Si, estuvo bien.

Chris asintió, sonriendo dulcemente cuando Toto libero sus feromonas, haciendo que las feromonas de Christian y las suyas se combinaran en el aire.

-El miércoles tengo una cita con el médico- murmuró el omega con una sonrisa tímida.

-Oh, está bien, ¿Quieres que te acompañe?, después podemos ir a comer algo su quieres- dijo el CEO de Mercedes.

-Me encantaría- contesto el omega de Red Bull con una sonrisa.

Se quedaron un rato en silencio, un silencio comodo en el cual ninguno de los dos tenía la necesidad de decir algo.

-Sabes, he estado pensando...en qué deberías vivir aquí... conmigo- acotó Toto con una voz tranquila, aunque por dentro lo estuvieran consumiendo los nervios.

Chris se mantuvo en silencio durante unos minutos, minutos que parecieron eternos para Toto.

-Yo...si, me gusta la idea- respondió Christian con una sonrisa tímida.

Toto sonrió felizmente, abrazando a Christian con fuerza para luego dejar un beso en sus labios.

-Te amo tanto...eres perfecto. Estoy tan feliz de poder estar contigo y que el bebé que tienes en el vientre sea mío- musitó Toto contra los labios del menor, abrazándolo con mas fuerza.

-Y yo a ti, mi vida. Lamento no ser siempre lo que deseas y a veces ocultarte tantas cosas..- susurro Christian en el cuello del alfa sin darse cuenta de lo que acababa de decir.

Torger frunció el ceño con confusión, pero decidiendo dejar las palabras de Christian de lado, por el momento, lo único que quería era pasar tiempo con su novio sin preocupaciones.

Así que decidieron acurrucarse en el nido que Christian ya había formado en la casa de Toto.

Toto puso su mano en el vientre del menor, acariciando suavemente, pero las últimas palabras del omega seguían apareciendo ahí.

¿Mi destinado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora