Christian se entera de que su rival, Torger Wolff, mejor conocido como Toto Wolff, es su Alfa destinado. El problema, es que la FIA prohíbe totalmente a los betas y omegas, por esta razón Christian tiene que ocultar su casta, haciéndose pasar por un...
Era jueves, y con ello, una nueva semana de carrera. Christian se encontraba en el hospitality de Red Bull. Max, Checo, Adrian, Helmut y Jos, la presencia del "padre" de Max le causaba nervios, intentaba disimular, pero la mirada sofocante del mayor de los Verstappen era muy difícil de ignorar.
En cuanto una camarera se les acerco para pedir la orden, la mirada de Jos por fin se despegó de él, dejándolo respirar con tranquilidad. Checo y Max pidieron una pizza para compartir, Adrián pidió Escalope vienés, Helmut pidió un bistec y Jos pidió pollo frito.
- Quiero un capuchino pequeño, pero reserva uno para dentro de 3 horas. También quiero pan de centeno con mantequilla por favor, un postre de tiramisú y un cheesecake de fresa, y por favor una pechuga de pollo con ensalada de tomate.
Max observó a Christian perplejo, al igual que Adrián y Helmut. La sorpresa reinaba la expresión de todos en la mesa, intentando hallar una explicación para todo lo que acababa de pedir Christian.
Mientras tanto, por la mente de Checo paso el rápido pensamiento de que Chris podía estar embarazado, pero rápidamente desechó la idea, era imposible que Christian estuviera embarazado.
-¿Y ese banquete?, ¿No quieres compartir?- comento Checo con burla.
Christian observo el rostro de todos los presentes en la mesa, así que rápidamente busco una excusa.
-Lo siento, no he desayunado y me ruge el estómago- menciono Christian con una sonrisa nerviosa.
Max sonrió para luego sentir, mientras que Adrián soltó una carcajada. Pero por otro lado, Helmut y Jos lo miraban expectantes. Horner bajo la mirada a su teléfono que estaba encima de la mesa, intentando ignorar las miradas de los dos mencionados.
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Un jueves lluvioso en el GP de Brasil, era jueves, por lo cual, Charles y Carlos se encontraban en el motorhome del Monegasco, disfrutando de la comodidad del nido del ojiverde.
Charles se removió en el nido, ocultando su rostro en el cuello de Carlos, inhalando sus feromonas. El Español sonrió inconscientemente, amaba estar así con Charles, compartir momentos juntos era su actividad favorita.
-Te amo mucho, Calos- masculló Charles contra su cuello.
-Yo te amo mucho más, mi niño de lindos ojos verdes- espetó Carlos con una sonrisa, dándose la vuelta, envolviendo a Charles en un abrazo, posando sus manos en la cintura del Monegasco.
Charles suspiro profundamente, enredándose con Carlos, pasando sus piernas por la cintura y el muslo de este, sonriendo dulcemente al ver que el Español tenía los ojos cerrados y respiraba tranquilamente. Por la mente de Charles paso el rápido pensamiento de que así quería pasar el resto de su vida si era con el de ojos cafés.
