Christian se entera de que su rival, Torger Wolff, mejor conocido como Toto Wolff, es su Alfa destinado. El problema, es que la FIA prohíbe totalmente a los betas y omegas, por esta razón Christian tiene que ocultar su casta, haciéndose pasar por un...
Toto se sentía algo confundido, bueno... No. Su alfa se sentía confundido, el beso con Christian lo hizo sentir tantas cosas. Wolf no podía comprender como es que su alfa ronroneaba con solo la presencia de Christian Horner. Quien más encima era un alfa.
—¿Sigues pensando en él?— inquirio Susie, sacándolo de sus pensamientos.
—¿En quién?— respondió Torger confundido.
—Ay, no te vengas a hacer el tonto conmigo Toto, tu y yo sabemos bien de quién hablo— espetó la rubia, cruzándose de brazos.
—Esta bien... Si, estaba pensando en él. Es extraño, mi alfa ronronea cuando está cerca, pero el es un alfa, no puede gustarme un alfa, ¿O si?— soltó Torger con algo de pánico.
« es porque no es un alfa » dijo mentalmente la alfa.
—No lo se, pero si tú alfa ronronea por él, entonces es el indicado. Deberías invitarlo a salir otra vez— Sugirió la británica con una sonrisa dulce.
—No creo que sea una buena idea, después de todo, actúa muy raro cada vez que estoy cerca de él, quizás le incómoda mi presencia— explico el Austriaco, rascando su nuca con nerviosismo.
—O quizás él siente lo mismo y no sabe cómo llevarlo, te sugiero que al menos lo intentes— masculló la británica, sonriendo juguetonamente.
Toto asintió con una mueca, pensando en las palabras de la alfa.
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—Sebastian, necesito más pastillas, por favor— replicó Christian.
—Chris, te he dado un bote hace 2 días, ¿Ya te lo has a acabado?— inquirió Vettel con sorpresa.
—Tenia que, mi trabajo lo requería— explicó Horner, acomodando el cuello de su camiseta.
—Chris, tienes que dejar de tomar las pastillas, al menos para que no afecten a tu celo. ¿Entiendes que puedes tener un celo escarlata? Incluso puedes morir— dijo Sebastián con preocupación.
—No me va a pasar nada malo, por favor, solo necesito un bote.
Vettel observó al otro omega con pena, Christian nunca admitiría que sentía mal.
—Vere lo que puedo hacer, ¿Vale?— espetó el ex-Ferrari.
Horner asintió agradecido, necesitaba las pastillas urgente.
—Sugiero que vayas al médico, ¿Cuándo fue tu último celo?— pregunto Vettel con curiosidad.
—Hace 2 meses, creo, ¿Por qué?— respondió el británico con duda.
—Bien, entonces tú próximo celo llegara en poco tiempo. ¿Por qué no pides unos días libres por tu "rutina"?— aconsejo el rubio.
