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TRES DE LA MADRUGADA, me encuentro escuchando Lana Del Rey mientras ordenaba un poco mi pieza. De repente me llego un mensaje de Tomás, entre al chat y solamente me había preguntado si estaba. Me quede mirando confundida el telefono mientras le daba una seca al porro, de la nada tocaron la puerta de mi pieza. Antes de abrir pregunte quien era.
— Soy yo, pelotuda. —contesto Tomás detras de la puerta.
— Espera.
Agarre mi pantalón que estaba en mi cama y me lo puse rapido. Estaba en tanga, era mi pieza y tenía el derecho de estar comoda.
—¿Aué queres? —pregunte mientras le abria la puerta.
— A vos te quiero, boba. —respondio entrando a mi pieza.
──¿Y Juli?—
— Que pesada que sos eh. —dijo acercandose.
Me miro y comenzo a acariciar mi cara con sus dedos pulgares. De repente sentí la presión de sus labios contra los míos, puso sus manos sobre mi cintura y comenzo a dejar delicados besos sobre mi cuello.
— Que cariñoso andas, qué queres? —pregunte jodiendo.
— Ya te dije, a vos te quiero. —contesto mientras se sentaba en los asientos del balcon.
Lo segui y hice lo mismo, me sente al lado suyo mientras jugueteaba con mis manos.
—¿Qué vamos a hacer? —me pregunto mientras veía como los arboles se movian.
—¿Con qué?
— Con nosotros, Quimey.
— No sé, vayamos lento, todavía no sabemos lo que queremos. —respondí
— Yo si sé.
— No sabes, estas confundido. —dije mientras enrolaba un porro
— Sí, puede ser, no sé. Yo la quiero a Julieta pero no siento lo mismo que siento con vos, ¿entendes?