¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SON las una de la madrugada, me encuentro sentada en el balcón en medio de la oscuridad. Todavía no volvio la luz, estaba bastante perdida entre el humo del faso y de mis pensamientos. De repente escuche como tocaban la puerta de mi pieza, apenas logre escuchar el golpe ya que estaba lloviendo terrible. Supuse que era Tomás ya que somos los unicos que se encontraban en la casa, me levante del asiento y fui a abrirle. Esta vez tengo ganas de conversar con él, lo extraño y quiero arreglar las cosas entre nosotros dos.
—¿Podemos hablar?— preguntó.
—Pasa—
Entró caminando con seguridad a la pieza y me siguio hasta el balcón. Se sento al lado mío mientras veía como fumaba, se había quedado en silencio durante varios minutos así que decidi romperlo preguntandole lo que necesitaba.
—Y bien, ¿Qué me queres decir?
—Estos últimos días estuve sintiendo mucho tu ausencia, te extraño demasiado, extraño las charlas flasheras que teníamos, extraño escucharte hablar sobre el estudio, extraño escucharte hablar sobre libros por mas que yo no sepa mucho sobre el tema. Te extraño a vos. Sé que estas en todo tu derecho estar enojada conmigo, yo me la re mande y lo admito pero necesito que arreglemos las cosas porque me estoy perdiendo.
Trague fuerte al escucharlo hablar, durante todos estos años que nos conocemos nunca lo escuche hablar así.
──Tomás no me haces bien, me estas confundiendo ¿entendes? Un día me decis que queres estar conmigo y al otro día estas con Julieta. Si no la dejas a ella lo nuestro no va a funcionar. Me canse de esperarte, si no tomas una decisión voy a tener que alejarme— explique dandole la última seca al porr.
—Nunca en la vida me sentí así, así de enamorado. Me tenes completamente loco y enfermo del amor que me haces sentir, yo puedo prometerte que mañana la voy a dejar pero necesito que me afirmes que entre nosotros todo va a estar bien—
—Yo te lo afirmo, pero si no cumplis voy a tener que alejarme. Ya sufri mucho y no estoy para aguantar demasiado—
—Te entiendo complamente, solo dame un día— indicó
—Esta bien— asentí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
