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TOMÁS poso una mano en su cintura y la otra en su cuello atrayéndola hacía a el, lo suficiente como para que sus labios puedan rozarse. Esta vez fue Quimey quien dio la iniciativa y unio sus bocas. Sus labios parecían hechos el uno para el otro, encajaban perfectamente tras cada choque y roce.
───Me encantas, pero demasiado..— habló Tomas luego de separarse de la chica por la falta de aire.
───Y vos me encantas a mi, boludito— dijo con una sonrisa plasmada en su rostro
───¿Queres ser?— cuestionó con cierto nerviosismo en su voz.
───Sí, si quiero— Quimey respondió sabiendo a lo que se referia.
Tomás se mordió el labio inferior de la felicidad y dejo un beso tierno en los labios de la chica.
───Perdón— dijo mientras la soltaba.
───¿Perdón? ¿Perdón por qué?— preguntó confundida.
───Perdón por haber sido un desastre con vos, perdón por seguir siendolo. No te merezco en nada, pero te amo y no quiero dejarte nunca, nunca más—
───Me encantas aun así de desastroso, siempre me encantaste— dice mientras sacaba un cigarro de su bolsillo.
Tomás la miro y sonrió mientras miraba la minima cosa que hacía, hasta que recordo que sus amigos los estaban esperando para cenar.
───Vamos yendo que nos deben estar esperando los chicos— mencionó mientras agarraba su mano.
Quimey asintio con la cabeza y comenzo a dirigirse a la casa junto a Tomás agarrados de las manos. Entraron a la casa y fueron directo al patio donde se encontraban cenando sus amigos, hoy es el último día.
───¿Dónde estaban? Apa.. ¿Qué hacen agarrados de las manos?— alzó la ceja Alejo
───Hoy se conviertio en oficialmente.. mi novia— Tomás comento orgulloso.
───¡Al fin se te dio culiado!— homer comenzo a darle palmaditas en la espalda en forma de felicitación.
───Me alegra mucho saber que al fin se dignaron a estar juntos, los felicito y les deseo lo mejor— dijo Mauro.
───Te quiero y te lo agradezco, pero no te pongas maricon Mauro— Quimey habló jodiendo.
───Siempre me haces lo mismo, te odio— se quejo.
───¿Qué hicieron de cenar?— Tomás les pregunto a sus amigos