Lección 39: Broken Wings

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Maratón 3/3 🐰

Canción sugerida: House of Glass por Morgan Saint.

Despierto con la sensación de haber estado bajo el agua. Luego me doy cuenta que el insistente goteo de una llave mal cerrada es el responsable de esa percepción. Casi intento moverme y entonces descubro que alguien me abraza por la cintura. Joder, qué he hecho.

Recuerdo vagamente la fiesta. Haber creído ver a Lena y un tipo desagradable con ella. Luego solo hay flashes desordenados hasta este punto. Me duele la cabeza y hasta ahora reparo en que debí haber bebido más de la cuenta después que Rapmon se fuera.

Finalmente tomo el valor que necesito para apartar las manos que me rodean, convencido de que mi borrachera me ha buscado un problema bien gordo. No cuento con que las manos que pretendo sacarme de encima me acaricien el estómago.

—No seas pesado y deja de moverte.

Dios Mío, no puede ser ella. Cómo es posible que yo…

Me giro al encuentro de una adormilada Lena que no pierde tiempo para dejar caer su cabeza contra el hueco de mi cuello.

—Dios, deja de moverte. Tengo sueño.

No sé si alegrarme o sentirme miserable por no recordar casi nada. Cómo terminé en el piso de una cocina con Lena sobre mí y ambos desnudos. Joder, qué diablos hice. Intento despertarla pero es casi inútil.

Cierro los ojos y al final me doy por vencido. Mis brazos la rodean y aspiro el aroma de su pelo. Es ella sin lugar a dudas y pequeños retazos de la noche anterior vienen a mí. Recuerdo una cafetera. Los labios de ella en mi cuello. La ropa en otro lugar.

Después oigo mi propia voz desahogándose realmente. Lágrimas en unos ojos azules y más manos y sombras. Es un verdadero remolino hasta que el tono lejano de un celular nos alcanza a los dos. Lena se levanta más rápido de lo que yo puedo calcular.

—Joder, ya es de día.

Me quedo sentado sobre el piso mirando cómo se apresura en localizar la ropa interior y una olvidada playera que se pone al revés. Me duele un poco la cabeza por eso tardo más en encontrar los bóxers y el pantalón.

—No, Lily, no he muerto. Es tu culpa por hacer esto. Ya deja de mofarte. Sí, puedes venir. Vale. No importa.

Lena termina la llamada y va a por su pantalón, yo apenas he conseguido ponerme la camisa. Es raro. Estar en una situación en la que podríamos pasar por extraños fácilmente. Mi cerebro aun intenta despertarse sin mucho éxito.

—Mmh…voy a ordenar el desayuno ¿Quieres, quieres que pida un expreso o prefieres con nata y leche?

Me quedo en blanco realmente. Qué pasa, estuvimos juntos anoche y ahora me invita a desayunar como un compañero del cole.

—¿Es todo lo que vas a decir?

Ella retuerce sus dedos casi con compulsión. Me acerco y tomo su mentón entre los míos. Tiene los ojos vidriosos y tengo ganas de abrazarla. Sin embargo…

—¿Qué más podría decirte? Tú mismo lo pediste ayer. Yoongi, solo fue…

—No lo digas por favor. Se siente aun peor si lo dices. Nunca será solo eso. Aun cuando no lo admitas, aun cuando pueda confundirme entre los recuerdos, sé lo que sentí, lo que siento cuando estoy a tu lado. Está bien. No te disculpes. Ya debo irme.

Recojo la corbata del suelo y voy a por el teléfono. También localizo mis zapatos justo al lado del sofá, por lo visto las costumbres nos persiguen. Lena se ha quedado en el mismo lugar y sé que es probable que esté llorando, yo en realidad estoy muy cerca de las lágrimas también.

•FIT ME•© JK #2BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora