Lección 50: Un novio normal

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La noche llegó más rápido de lo que pude calcular y la habitación que habíamos compartido se convirtió en una especie de reservado VIP donde podías beber champán en aflautadas copas o Coca-Cola de al menos tres sabores.

Opté por esa opción más segura, teniendo en cuenta de que todo el día había estado de los nervios y si Mei Lin era la protagonista de esta noche yo no contaba con que los chicos se esforzaran tanto hasta el último detalle.

Tae había dicho que sería de primera antes de cerrar la puerta y dejar las bebidas y refrigerios que había preparado Jin después del visto bueno de Ritsu. Esa parejita sí que empastada a la perfección.

Por eso, con ese tratamiento de princesas las chicas revoloteaban maquillándose unas a otras, intercambiando opiniones sobre los vestidos que habíamos elegido para la noche o el hecho de que la lencería de April fuera una obra de arte que te hacía sonrojar y al mismo tiempo sentir algo envidiosa.

—Quiero ser como tú cuando sea grande. Poderosa y sofisticada—decía Lily mientras se robaba una uva del platillo sobre la mesita auxiliar. April sonrió concentrándose en hacer su trabajo. La mata rebelde y oscura que era el pelo de Issabelle se dejaba acomodar casi sin problemas.

—No es para tanto y yo no soy tan vieja.

—Nadie aquí lo es. Voy a tomar mi baño de los veintitrés. Con permiso.

Esa había sido Mei Lin envuelta en un albornoz color crema. Nuestra habitación era la de la tina de hidromasaje y ya todas habíamos pasado por allí, dejando el gran final para Mei Lin que aun cuando se esforzaba por estar relajada era evidente de que los nervios la estaban maltratando tanto como a nosotras.

—Ahora que se ha ido, debemos aprovechar. Lily, por favor.

Lena se puso a rebuscar en una de sus maletas y pronto descubrimos que el contenido de la misma eran bolsos y paquetes con cintas a modo de regalos.

—Agradézcanle a Lily que compró de más. No sabía que la familia había crecido y en parte es mi culpa por incomunicarme tanto. Vamos, cada una tiene algo en las bolsas.

—¿Y la de Mei?—preguntó Issabelle tomando la pequeña bolsa con su nombre escrito en impecable caligrafía.

—La de Mei tiene que esperar a los otros regalos. Total y es la noche de esa acaparadora. Vamos quiero ver la cara de todas cuando abran su presente.

Lena aplaudió emocionada y en ese momento me di cuenta como le temblaban las manos. No sabía si de excitación por la noche que se nos avecinaba o por alguna otra razón. Issabelle torció el gesto pero terminó abriendo su regalo.

—¿Cómo sabías? Solo Nam sabe que…Oh, eres una sentimental.

Las chicas se abrazaron mientras Issabelle sostenía un cuadernito a modo de diario que estaba en la caja.

—No hacía falta que nadie me lo dijera. Trabajé contigo tres meses. Iz, sé que te gusta escribir.

—Vamos, April y Angie. Abran el suyo.

La burbuja de chicle rosa se explotó en la boca de Lily y nosotras intercambiamos una mirada. April tomó la iniciativa como parecía hacer en todo y una pequeña polaroid color ámbar quedó en sus manos. Sacó los rollos y en menos de dos segundos estaba probando su nueva cámara.

—No es una Canon, pero a última hora Mei me dijo que teníamos una fotógrafa entre nosotros—Se disculpó Lena, pero ya April apretaba el seguro de la cámara para guardar el momento.

—No la cambiaría por nada del mundo. No te conozco casi, pero en estas horas que llevamos juntas he podido comprobar por qué todos te quieren. Gracias, gracias por ser mi amiga.

•FIT ME•© JK #2BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora