Bucky Barnes Oneshots II

Señorita Stark (parte 2)

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Bucky después de aquella reunión que tuvo contigo se dedicó a tratar de saber un poco más de ti, sin embargo no había tanta información al respecto más que eras hija del gran empresario y exportador de armas Tony Stark, que eras la heredera de la compañía y nada más. Se notaba que tratabas de mantener tu información personal bastante íntima.

Sin embargo eso no detuvo a Bucky de tratar de saber más acerca de ti y de querer acercarse porque genuinamente había quedado impresionado.

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–Scott, ¿puedes cancelar mis reuniones de hoy por la tarde? T'challa viene de visita y me gustaría cenar con él así que también haz una reserva donde siempre.–Le dijiste mientras te preparabas un café/té estando en tu oficina.

–No hay problema, y... ya está hecho. Solo tengo que llamar al restaurante.–Dijo con una sonrisa levantando la vista de su tablet hacia ti.

Después de que Tony, tu papá, hubiese decidido retirarse contrataste a Scott para que fuera tu secretario y por sobre todo tu asistente. Con su historial criminal (que solo involucraba muy pequeños robos) nadie quería contratarlo, sin embargo antes de hacerlo, le pediste a Wanda que lo investigara y resultaba ser que no era una mala persona. Tenía una hija a la que mantener y realmente necesitaba el empleo para poder verla.

El teléfono de Scott sonó en su bolsillo y lo contestó mientras le entregabas una taza con café la cual recibió sosteniendo la tablet con su brazo contra su pecho, y luego te sentaste en tu silla.

–Okey, si... le haré saber y luego te aviso.–Dijo antes de colgar y guardar el teléfono.–Señorita Stark, tiene una visita pero no tiene cita, ¿quiere que le deje entrar?

–¿Visita? ¿No te dijeron quien era?–Le preguntaste algo confundida bebiendo de tu taza.

–Es el Señor—

–Yo puedo entrar solo, gracias.–Dijo Bucky abriendo la puerta y soltando su brazo de uno de los guardias de seguridad.–¡Señorita Stark! Me alegra encontrarla.

Soltaste un suspiro y le hiciste un gesto a los guardias para que se fueran mientras te ponías de pie dejando la taza a un lado.

–Puedes irte Scott, avísame cuando tengas la reserva.

–No hay problema, los dejo.–Dijo viendo a Bucky algo extrañado y luego hacia ti que solo le hiciste un gesto para que se quedara tranquilo.

Scott cerró las puertas bajo la atenta mirada de Bucky que luego volvió a voltearse hacia ti.

–¿Hay alguna razón en específico del por qué esta visita tan inesperada y para nada deseada?–Le preguntaste sentándote en tu silla tomando tú taza nuevamente.–¿Hubo algún problema con las armas?

–No, al contrario, impecables como siempre, solo estaba por aquí en el vecindario y quise pasar a saludar.–Te dijo con una sonrisa sentándose en una de las sillas frente a ti.

–Sé que ha estado averiguando sobre mi, Señor Barnes.–Le dijiste dejando la taza en tu escritorio y cruzándote de brazos.–¿Qué es lo que realmente quiere?

–Una cena, solos tú y yo.–Te dijo con una sonrisa apoyando ambos brazos en tu escritorio e inclinándose hacia adelante.–Realmente me gustaría llegar a conocerla.

–Señor Barnes, lamento decir que no tengo el placer de sentirme halagada por su invitación porque sé qué clase de hombre es usted—

–¿Y qué clase de hombre soy, según tú?–Te preguntó sonriendo y sin dejar de verte.

Soltaste un suspiro con una diminuta sonrisa apoyando ambos brazos en el escritorio y viéndole directamente a los ojos.

–Usted es la clase de hombre que está acostumbrado a que cualquier mujer se vaya a sus brazos con tan solo una mirada. Es la clase de hombre que está acostumbrado a tenerlas a todas a sus pies, dispuestas a lo que sea por usted, y que las usa para luego dejarlas como si fueran simples objetos.

Es un mujeriego que quiere hacerme parte de su larga lista de aventuras de una noche, y que lamento informarle que eso no va a ser así.–Le dijiste con una sonrisa falsa antes de ponerte seria nuevamente y apoyar la espalda atrás en tu silla.

–¿De verdad piensa eso de mi?–Te preguntó algo dolido ya sin la sonrisa en su rostro.

–No es lo que pienso, es lo que veo. Su reputación deja mucho que desear, y es bastante predecible. Y si le soy sincera, hombres que solo me quieren por mi cuerpo no son mi tipo.–Le dijiste antes de ver un mensaje en tu teléfono y ponerte de pie.–Y si me disculpa, ahora tengo una cena con un muy buen amigo mío que acaba de llegar al país, así que le voy a pedir que se retire. Tenga una buena tarde, Señor Barnes.

Te acercaste a la puerta para abrirla esperando a que Bucky se acercara, el cual soltó un pesado suspiro y luego se puso de pie arreglando su chaqueta no sin antes habiendo dejado algo discretamente en tu escritorio y caminando hacia la puerta donde se detuvo frente a ti.

–¿Cómo estás tan segura de que solo te quiero por tu cuerpo y no porque quiero realmente conocerte?–Te preguntó viéndote directamente a los ojos.

–Supongo que será una duda que no responderé jamás.–Le dijiste con la misma seriedad.

Bucky sonrió ligeramente y bajó la vista antes de volver a verte.

–Nunca digas nunca.–Te dijo antes de salir.

Rodaste los ojos soltando un suspiro y te acercaste a tu escritorio donde viste una sola flor de tus favoritas encima con una nota.

"Realmente espero poder llegar a conocerte"

Una pequeña sonrisa se formó en tu rostro antes de que Scott entrara.

–La Señorita Romanoff ya fue a recoger al Señor Udaku al aeropuerto. Lo va a llevar hasta su hotel y luego al restaurante donde está hecha la reserva.–Te dijo desde la puerta.

–Okey, gracias... dile a Yelena que prepare el auto.–Le dijiste jugando con la flor y sin darte vuelta.

–Oki-doki.–Dijo Scott antes de salir.

Llevaste la flor a tu nariz para olerla y luego negaste con la cabeza volviendo a ponerte seria para tomar tu bolsa, chaqueta y teléfono y salir de tu oficina.