La Nueva Na'vi 2 | Neteyam Sully

CAPITULO 49: "UNIDOS Y FUERTES"

Ayaan continuaba con los esfuerzos de zafarse del agarre del aparato, no tenia idea alguna de donde se dirigían ni que harían con ella, en lo único que pensaba era en la manera de liberarse para saltar al mar a sus pies y perderse en el sin importar el peligro que eso conllevaría. Sus pensamientos se nublaron al sentir que la garra la liberada haciéndola caer sobre una superficie dura, rápidamente se puso de pie con la intensión de correr siendo rodeada por Avatares, había caído en uno de los barcos demonios. Tomo el cuchillo que siempre llevaba en sus caderas y los amenazo levantándolo a la altura de sus ojos mientras gruñía como un animal.

-¡Bájalo!- ordeno uno de los soldados apuntándola con una de sus armas- ¡Bájalo!- repitió al ver la desobediencia de la joven, otras manos a sus espaldas la obligaron a caer al suelo, derribada con la cara contra el piso viendo como el cuchillo estaba lejos de su alcance fue cuando sintió el verdadero terror, se dio cuenta que estaba sola con el enemigo y no podía hacer nada más que comportarse

-Pónganla de pie- escucho como una voz masculina hizo presencia, sus ojos se abrieron al ver al hombre del que todo na'vi hablaba, al hombre que le hizo la vida imposible a sus abuelos y padres, el hombre que tenia el plan de acabar con este planeta, abrió sus ojos al reconocer a Miles Quaritch sin haberlo visto nunca antes en persona, había ojeado unas cuantas imágenes cuando visitaba el pequeño laboratorio donde los científicos vivían pero nada más- tú debes ser la niña que esos salvajes nos robaron- Ayaan no dudo en gruñir debido a sus palabras, ¿Cómo se atrevía a decirle salvajes a sus padres? ¿Cómo era capaz de decir que ellos la habían robado?- mírate, te hicieron ser como una de ellos

-Soy una de ellos- contesto haciendo que Miles negara con una sonrisa antes de dar media vuelta

-Llévenla a dentro- ordeno al hombre mientras caminaba- hagan que los científicos la analicen- continuo- pongan al tanto a Addison, de seguro querrá saber de esto

Los avatares no esperaron mas para tomar con fuerza a la joven, aunque ella se resistiera era imposible detener sus empujones, eran dos grandes cuerpos azules contra una humana pequeña y débil a su comparación. Curiosa miro el lugar, personas con trajes verdes, otras de negro y algunos con batas blancas charlaban en un gran mesón, observo que sobre este había hojas de papel, lápices y otros artefactos tecnológicos. Al pasar rápido por un pasillo, pudo ver uno de los cuartos que estaban con su puerta abierta, al parecer esa habitación era el centro de control de todo el lugar. Otras habitaciones era zonas de descanso, cuartos para guardar armas, mascaras u otros útiles necesarios. Al llegar al final del largo pasillo pudo notar capsulas, tubos, muchas batas blancas y otras herramientas similares a las que ya había visto, sus ojos se movían de un lado a otro mirando como estos humanos hacían de las suyas con total concentración. Sintió un empujo haciéndola caer en el suelo, al levantar su vista noto que estaba en una especie de cuarto pequeño que tenía una puerta de cristal donde se podía ver a su interior y exterior.

-¡No!- exclamo antes de que la puerta se cerrara frente a su rostro, estaba enjaulada, se sentía como un animal de zoológico donde quien pasase la veía como si fuera parte del show de entretención, era humillante. No le quedo otra opción que ir a una esquina donde ambas paredes blancas se unían, sentarse y abrazar sus piernas tratando de hacerse invisible de alguna manera. ¿Si sentía miedo? Por supuesto, nunca había estado con tantos humanos y avatares en un mismo lugar, mucho menos los que consideraba su principal enemigo. Temía por lo que le podrían hacer, lo único que tenía a su favor era que es de su misma especie, una humana, un poco de esperanza a que no se comportaran tan mal con ella paso por su mente

-¿Ella es?- pregunto una voz femenina, Ayaan no quería subir su mirada, no quería ver a mas personas ni mucho menos que le hicieran preguntas

-Ella es- la voz del coronel la hizo ver de reojo, su avatar y el de una mujer se presentaron en su campo de visión