¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
La pequeña Pelieter estaba corriendo por el bosque, buscando refugio o al menos a alguien bueno que la ayudará a curar la herida que uno de esos monstruos le había hecho en el cuello.
Corrió con toda la velocidad que poseía su pequeño cuerpo, y se detuvo cuando vio a lo lejos la parte trasera de un granero.
"Tal vez alguien me puede ayudar"
Pensó, sin percatarse de la casa que se encontraba a unos metros lejos del granero. Ella subió por la escalera de madera que había enfrente de ella la cual daba a una ventana rota.
Subio rápido por miedo a que esas cosas la alcanzarán, cuando llegó a la ventana, con desesperación trato de entrar pero se cortó la mano con un vidrio roto en el proceso. Lanzó un pequeño alarido mientras caía dentro del granero.
Toco su mano, mirando con temor la poca sangre que brotaba de esta.
Estaba tan concentrada en sus, ahora dos heridas, que no se dio cuenta de los gruñidos procedentes de abajo de ella.
Pero cuando lo hizo, su gesto cambio a uno de sorpresa, sin saber bien si lo que escuchaba era cierto o no. Se acercó lentamente al borde mirando para abajo.
De la misma sorpresa cayó al suelo sentada.
- No, no, no!- Pronunció, mientras retrocedía aún sentada en el piso ayudándose con una de sus manos.
Su espalda choco contra la pared y junto sus piernas haciéndose bolita, estaba en una esquina del granero.