LA OBSCURIDAD ABRAZABA el cuerpo de Logan al igual que la sábana que lo cubría del pecho para abajo.
Se sentía notablemente mareado y el estómago le daba vueltas.
Se levantó lentamente haciendo una mueca, se bajó de la cama, llamando la atención de dos individuos.
Indiana lo miró curiosa y Carl lucia confundido, la primera se levantó y comenzó a seguirlo cuando el de rastas salió de la celda, caminando hasta el baño.
Carl también se levantó una vez que su amigo desapareció de su vista. Se asomó en la celda, notando como el rubio se adentraba al baño. Iba a dejar que se fuera pero notó pequeños rastros de sangre en el suelo, los cuáles marcaban un camino hasta el balneario.
Logan cayó de rodillas en el retrete, empezando a vomitar diferentes cosas. Entre ellas el pelaje de liebre.
Carl al verlo por la puerta corrió hacia él y se agachó a su lado, sobando su espalda.
Indiana solo lo miraba curiosa.
-¡Logan! ¿Qué te pasa? Vomitas demasiado...- Carl miró asqueado lo que sea que estaba lanzando su amigo, se asustó más al ver mucha sangre salir de su boca.- Llamaré a Maggie.
Pero antes de irse, Logan lo agarró del brazo y lo volvió a sentar a su lado de forma brusca, mirándolo con los ojos llorosos debido al vómito.
-No...- Escupió un gargajo de sangre por último, respirando de forma agitada.- Me cayó mal la comida de hoy, es todo.
-Hoy solo tomamos un poco de leche, Logan.-
-Cuando estaba de camino hacia aquí, comí un par de turrones.-
-¿Unos turrones te hicieron esto?-
-Estaban vencidos. Tenía hambre.-
-¿Hicieron que vomitaras sangre?-
-Si, Carl. Si.- Logan se levantó y salió del baño.
El mencionado repitió la acción, tirando la cadena para evitar que la asquerosidad se viera.