La atmósfera se sentía extraña, pesada. A pesar del hermoso día que les había hecho al grupo, las caras largas y cansadas decoraban sus rostros. No fue hace menos de una noche que Bob murió, o que encontraron el cuerpo de Sasha con un disparo en la cabeza. Daryl había aparecido, pero sin Carol, en su lugar, trajo a un chico joven de nombre Noah. Resulta que las mismas personas que secuestraron a Beth, se habían llevado a Pelieter. Isaías y Caleb habían desaparecido por completo, según Gabriel, ellos le habían dicho que seguirían su camino solos ya que debían ir a la búsqueda de ciertas personas de identidad desconocida. El grupo en general no hizo mucho caso a esto, pues los dos hombres no eran relevantes para ninguno, a excepción de Rick. La desconfianza del líder no había hecho nada más que aumentar desde que Sasha murió y el padre junto con el vaticano se esfumaron sin previo aviso. Toda esa mala sensación en el estómago de Grimes, la canilla de agua que llenaba su cabeza con pensamientos de paranoia solo se posaban en una sola persona.
Logan.
El novio de su hijo.
Aquel niño que casi vio crecer, aquel al que le permitió unirse con su hijo en alma y cuerpo, aquel en el que confío toda su vida.
Esa confianza se estaba desmoronando de a poco. Sus sospechas eran claras pero inciertas, no tenía nada para confirmarlas, pero ese sentimientos de acecho constante solo causaba que se pusiera a pensar.
No era así hasta que Logan llegó. No es así si su nombre o él no estan cerca. La actitud extraña de Logan la noche anterior solo aumentó sus dudas. Literalmente se encerró en una oficina y no salió en toda la noche, Maggie y Glenn trataron de hablarle pero Koch solo dejó entrar a Carl, quien después dijo que el rubio se encontraba llorando. Tal vez eso haga retroceder un poco las dudas de Rick, pero no mucho, la posibilidad de que Logan tenía algo que ver era muy palpable, casi se podía ver en el aire, al menos para él. Maggie también se sentía extraña, Glenn la había notado pensativa en todo el viaje. No fue hasta que el autobús se incendió y tuvieron que buscar un lugar para descansar, ahora mismo estaban durmiendo en una librería. La chica estaba ida y su pareja no sabía porqué.
Ambos estaban acostados tratando de dormir, pero para ella parecía imposible con su ceño fruncido y la expresión seria, mirando al techo. Glenn estaba un poco preocupado, no podía evitarlo o ignorarlo, era su mujer después de todo, debía hablarle;