Su cuerpo descansaba en la parte trasera del auto, sus ojos cerrados y su respiración lenta. Durmiendo plácidamente se encontraba el jovencito rubio, afuera del vehículo Glenn y Michone esperaban a los demás, quienes habían ido a rescatar a cierto hombre de dudosa higiene.
La mujer miraba al chico dentro del auto por la ventana, girando hacia Glenn de forma perezosa.
-Tu pequeño monstruo parece tener serios problemas acá.- Ella se tanteó con dos dedos el costado de su cabeza.
-¿Por qué lo dices?-
-Dijo que iba a matarme si les hacia o decía algo.-
-¿Cuándo?-
-Eso no importa. Nunca escuché a un niño decir algo así.- La morocha se alejó del auto un poco.
-Se está acostumbrando al nuevo mundo.-
-Que rápido.-
En ese momento, el niño se levantó de a poco, bostezando levemente, se estiró como un gato y apoyó la mejilla en el burlete del auto, viendo con desinterés hacia el bosque, Glenn no lo notó.
-Él no es un monstruo, solo es un niño que jamás pudo tener la vida de uno. Solo momentos.-
"Creo"
"Quiero creerme a mi mismo, a mis palabras...
Logan miró hacia el denso bosque, notando movimientos en este, entre los árboles.
A tu tierna figura, a la edad de tu inocencia...
Los ojos rasgados del mayor vieron hacia la ventana, notando como Logan sonreía hacia el bosque, sus ojos mirando algo.
a tu risa infantil, a la niñez de tu alma...
Glenn se volteó, pero en el bosque detrás de él, no había nada. Solo una gran arboleda, con arbustos y un color verde abundante.
