Capítulo I - Duelo

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Shadee se encontraba sorprendida por lo que decía su hermano ¿Cómo sabía que ella obtuvo una de las garras de aquel dragón?. Pues se había asegurado de que nadie supiera de su existencia ni de su poder a excepción de ella. Shadee retrocedía lentamente, alejándose de su hermano, quien mantenía una mirada inexpresiva.

—¿Cómo sabes que tengo la garra de aquel dragón?—preguntó Shadee con una voz temerosa

—Desgraciadamente soy tu hermano, y te conozco perfectamente bien, se que buscas poder y fuerza, por lo que aprovecharías la más mínima oportunidad para obtenerlo, por si no lo recuerdas. Por si ya lo olvidaste, yo fui el primero en enfrentar a ese dragón.

De pronto su hermano sacó de un pequeño bolso una gran garra del mismo tamaño que tenía Shadee. Shadee en cambio vio la enorme garra, y retrocediendo dijo:

—¿Cómo es que la conseguiste?.

—No seas estúpida Shadee, me costó mi ojo izquierdo y mi brazo derecho, más que nadie yo merezco todo el poder de esa bestia, así que, por derecho de nacimiento, me pertenece todo lo que tengas en tu poder. Te veo mañana a las afueras de Elmur, cuando el ocaso reclame los cielos. Y no, me hagas esperar.

Shadee no pudo decir ni una sola palabra ante la amenaza de su hermano, acercándose a la puerta de sus aposentos, veía como Hefres se alejaba a la distancia. Shadee sin más regresó a su cama para reflexionar sobre la escena que acababa de pasar. ¿Cómo es que habían llegado a este extremo?. Años anteriores, cuando eran niños, ambos se amaban mucho como hermanos, eran muy unidos junto con Bruno, quien ahora ya descansaba bajo pilares y rocas de hielo. Pero un día, todo eso acabó, fue una tarde de primavera, cuando Hefres se adentró en los espesos bosques a las afueras de Elmur. Con el objetivo de probar su valentía ante sus hermanos. Aquella empresa de Hefres terminó con un niño en completo shock, tenía la mirada perdida y su caracter era mucho más agresivo. Era como si fuera otra persona desde ese día.

Aquella noche Shadee no pudo dormir, a su cabeza llegaban horribles pesadillas que no lograba dar sentido. Aquel sueño, era sobre su duelo que tendría contra su hermano, cuando de pronto, el relinchar de un caballo, o lo que parecía ser el de uno, emergía del suelo, llevándose a su hermano a las profundidades de los infiernos.

Shadee se despertó sudando frío por las pesadillas que había tenido, respirando pesadamente revisó su habitación con la mirada, tratando de calmarse. Tocando su frente aliviada de que todo aquello había sido una pesadilla, trató de volver a dormir. Lo único que podía calmarla en aquella tenebrosa noche, era el hecho de recordar la suave voz de su hermano Bruno. Shadee miraba el enorme techo que la miraba descansar, sumiéndose en sus recuerdos, la suave y familiar voz de una niña recorría sus memorias. Esa voz le pertenecía a Scalice, la cuál decía con un suave y hermoso tono:

—"Algún día, escucharas de mis aventuras, es una promesa Shadee. . ."

La canción de aquel joven acerca de una aventurera de nombre "Scalice", surcaba la mente de Shadee. Quien muy en el fondo deseaba volver a verla una vez más. El volver a escuchar su voz una vez más, sería más que suficiente.

—Si es verdad que llegaste a Rendrim Scalice—dijo Shadee para si misma— emprendería una partida en tu búsqueda sin dudarlo, tan solo para agradecerte tus palabras y mostrarte en la mujer que me eh convertido.

Shadee levantó su mano derecha lo más que pudo, diciendo con un melancólico tono no voz:

—¿Algún día te volvere a ver Scalice?. . .

Fue así, que Shadee, finalmente se quedó profundamente dormida, sin saber lo que le esperaba aquella tarde. El ocaso llegó y Shadee se encontraba a las afueras de Elmur, enmedio de un espeso bosque. Su hermano Hefres ya se encontraba en el lugar, mirando como Shadee se acercaba lentamente a él. El joven guerrero llevaba puesta su mejor armadura, de un hermoso color rojo. Shadee en cambio llevaba su armadura de dos piezas, tan solo cubriendo pecho y entrepierna, empuñando su lanza con la mano derecha, el escudo de su hermano en la izquierda y la garra del dragón en su cuello a modo de collar.

Shadee y la Leyenda del KelpieeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora