La única forma que tengo de verte

Expediciones nocturnas.

Cuando estuvo a punto de volver a dormirse Solín llamó a su puerta para invitarla a desayunar. Por la falta de sueño la acompaña de mala gana, con el cabello más despeinado de lo usual y aun en pijama, lo único que se acordó de arreglar son las vendas que cubren su brazo derecho y su antebrazo izquierdo. El desayuno junto a Solín es realmente incómodo debido a que ninguna tiene verdaderas intenciones de conversar. Sus miradas se mantienen fijas en la otra tratando de adivinar sus pensamientos, lo que hace que todos en el comedor se sientan incómodos.

Al terminar el desayuno se une al resto de humanos de nuevo ingreso para ver un video educativo (tengo la impresión de que necesito escribir lo que dice el vídeo):

 Bienvenidos a las instalaciones de la escuela Vauman, la escuela fue creada por el rey Víctor Drac y la reina Muriel Drak en el año 1928. Actualmente es dirigida por la Reina Muriel Drak. Vauman es la mejor y única escuela que prepara a los vampiros para el mundo, aprendiendo a controlar sus habilidades y su apetito por la sangre.

Las habilidades de sangre se clasifican en parálisis, manipulación corporal, mutación, transformación, telepatía, telequinesis, conocer los sentimientos, influir las emociones, ver el futuro, teletransportación, curación y manipulación de los elementos fuego, rayo, hielo o agua.

Con lo que respecta al control del apetito por la sangre los humanos son indispensables, por lo mismo convivirán con veintidós vampiros en el salón de clases. Como los vampiros no beberán sangre durante sus primeros tres años en la escuela, los humanos tienen la oportunidad de portar objetos de plata como protección tras realizar un examen psicológico. Si alguno de tus compañeros de clase llega a intentar ingerir tu sangre debes denunciarlo al presidente, vicepresidente o a cualquiera de los dos secretarios de Vauman, quienes a pesar de ser estudiantes son los únicos que visten uniforme. Al denunciar a alguien que los haya mordido será suspendido durante los tres años de su estancia aquí.

Las actividades extracurriculares incluyen teatro, pintura y dibujo, cocina, corte y confección entre otras actividades que verán en el transcurso de su primera semana, así como deportes al aire libre, entre ellos Play with death, este es un juego diseñado para...

Aimi lleva cabeceando un buen rato y finalmente se ha quedado dormida. Despierta cuando en el vídeo muestran las instalaciones y gracias a esto comprende que es a la única a la que le ofrecieron una visita guiada. El resto del día se lo pasó explorando la biblioteca. Eligió un libro que se sabía de memoria no porque fuera su favor, en realidad lo odia, pero al verlo se llenó de nostalgia.

Al regresar en la noche a su cuarto por fin observó a detalle la habitación. El cuarto no es muy grande, aproximadamente cuatro por cinco metros, de hecho el interruptor del foco que ilumina con claridad la habitación se encuentra al lado derecho de la puerta. Lo primero que se observa al entrar es el closet, a su derecha el escritorio junto a un reloj de pared, mientras que a la izquierda la puerta que lleva al baño. Lo más importante para Aimi es que su ventana observa directamente a los árboles que le permitirán salir de la escuela.

Después de haber dormido un par de horas, Aimi abre lentamente los ojos mientras se estira, pues aunque no quiera, cree que debe levantarse. De una de sus mochilas saca un suéter y pans negros junto a un cubrebocas desgastado, un resipiente con una espesa masa negra y una cinta micropore. Una vez que termina de acomodar las cosas en la cama se mete por primera vez a la regadera. El agua caliente y el ligero vapor le facilita retirar el maquillaje en su cuello, brazo derecho y pierna izquierda, revelando las marcas de maldición y bendiciones que mi familia y yo le dejamos antes de morir.

La ropa en la cama es como mínimo dos tallas más grandes que ella, por lo que la palabra holgado no alcanza a describir cómo le queda la ropa, sin embargo cumplen su propósito. Utiliza la masa negra para pintarse la cara, cuello, manos y pies. Envuelve cada uno de sus dedos con la cinta y finaliza colocándose el cubrebocas y el gorro de la sudadera. A media noche sale por la ventana un tanto nerviosa y se escabulle hasta la reja atravesando los árboles con el mayor cuidado posible. A pesar de la vigilancia constante de los guardias fuera de la escuela, Aimi camina descalza en medio de las calles, iluminada solo por unas cuantas farolas.