ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇

24 { Lo siento } ♡

Dalia Miller.

—¿Dejaste que se fuera sin que comprara algo?— me regaño mi jefa.

—Lo siento, cuando me di la vuelta ya no est— me interrumpió.

—¡No me importan tus excusas!

—Disculpe señora, allá fuera buscan a Dalia— habló un compañero, interrumpiendo la llamada de atención que estaba recibiendo.

—¡Ve y cuando vuelvas recoge tus cosas!— me despidió.

Mierda… 

Si tan solo hubiese sido Teodora la que hubiera atendido a ese tipo.

Imbécil.

Bueno, a lo mejor quería que le hablara y le sonriera para que luego confunda con que le estaba coqueteando.

¡Ay Dalia!

Al llegar a la parte baja de la tienda miré a Ernesto, Mat y otros más — jugadores del Gonzma y amigos de Izan y Demean— caminé hacia ellos cuando me indicaron que eran ellos quienes me estaban buscando.

—¿Qué hacen aquí?— los miré con duda.

—¡Chicos!— llegó la jefa— dejenme les asignó a algu— Ernesto no la dejó terminar.

—Lo siento, pero queremos que ella nos atienda, y si no, no tenemos nada que hacer aquí.

La señora me dio una última mirada y comencé a guiarlos, yo tampoco sabía mucho porque me acababan de contratar, sin embargo ya me despidieron.

Después de dos horas los chicos se fueron llenos de compras, en verdad no sé si lo necesitan pero se fueron felices.

Yo tampoco necesitaba el trabajo pero era una manera de distraerme de todo. No he dejado de pensar en Izan pero no tengo el valor sufìciente de preguntarle a Ivonne sobre él.

Me he topado a Demean unas cuantas veces pero paso de él, también lo hacía de los jugadores pero hoy no pude, estaba en mi trabajo.

—Felicidades Dalia, no creí que en tu primera semana vendieras todo lo que hiciste hoy.

Tomé mis cosas, pues ya había terminado y me había despedido.

—Gracias— comencé a caminar.

—Quiero que vuelvas mañana— dijo antes de que saliera.

—¿De verdad?— dije ilusionada.

—Sí, si sigues trayendo a tus amigos para que gasten sus dinero aquí, seguirás teniendo un trabajo.

La miré de mala gana y me fui de ahí resoplando de coraje.

♤~♤~♤~♤

Izan Harrison.

—Esa chica si que esta mal— me miró Ernesto.

—¡Ernesto!— miré a Ivonne.

—Es la verdad.

—¿Cómo sabes?— le dijo la chica que estaba a su lado.

—Izan nos dijo que fuéramos a comprar en el lugar en el que trabaja.

Observe la cena, se me había quitado el hambre.

Me levanté de la mesa y me fui directo a mi habitación.

[Al dia siguiente]

En la mesa solo estaba Demean, su novia vendría un poco más tarde.

—Los chicos dijeron que el sábado tienen partido y les gustaría que estuvieras ahí— se sentó, luego de pasar cubiertos.