27 { ¿Dónde estuvieron ayer? } ♡

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Dalia Miller.

Cuando volví a abrir los ojos tardé unos minutos para despertar bien.

Al salir de la pieza fui directo a la cocina, quizás alguien estaba ahí, pero cero, nadie.

Por los siguientes minutos busqué a personas en la casa y sin ningún éxito me rendí, no había nadie en esta casa. 

A lo mejor tenía cosas que hacer.

Subí de nuevo para ponerme los tenis y la chamarra porque no recuerdo si me los quité yo, o alguien más lo hizo por mí.

Salí de la casa y emprendí mi camino a la mía.

Donde tampoco había alguien.

Lo único que hice fue esperarlas y hacer algunas cosas de la universidad, lo que estaba viviendo era todo un sueño.

La Dalia Miller de hace años está gritando y sonriendo por toda esta casa. Suspiré y me recosté en la cama. 

Me incorporé y fui en busca de alguna nota después de varias horas pero nada, busqué en la puerta de la nevera y nada, en la sala, tampoco.

La noche apareció y ninguno llegó, a lo mejor salieron a darles un tour a Isaac y a Trey.

Sin más me quedé dormida, pensando en todo lo había pasado.


[Al día siguiente]

Al salir de mi habitación me tope con la cara de Emma en total confusión.

—¿Dónde estuviste ayer?— me abrazó y acarició mi cabeza.

Yo la miré con más confusión y comencé a caminar hacia la cocina. En la sala estaban todos, sentados preparados para el almuerzo.

—La pregunta es mía—  miré a todos confundidos— ¿Dónde estuvieron ayer?

El rostro de todos se desfiguró al mirarme.

Me acerqué aún más confundida.

—¿Todo bien? Están teniendo un comportamiento muy extraño— volteé a ver a Yessi.

Ella evitó mi mirada, como Isaac, Ojitos y Trey, solo que este último tenía moretones, uno en su ojo, otro en su mejilla y el último en su labio.

Miré por último a la rubia.

—Hay que desayunar ya, se nos hace tarde— habló Ivonne.

Hizo que todos nos sentáramos a desayunar con demasiada incomodidad.

¿Qué pasaba que yo no sabía?




[Miércoles en la tarde]

Iba rumbo a casa de Izan, desde el sábado en la noche no nos hemos visto.

Cuando toque el timbre  vi una pelinegra recibiendome.

—Hola…—  sonrió y yo solo pase a su lado.

¿Qué hacía Olaya aquí?

—¿Esta Izan?

—¿Para?— cerró la puerta.

—¿Cómo qué? ¿Para qué?— escuché unos pasos de bajar.

Busqué a la persona y era Ivonne.

—Sabes, mejor me voy.

Se fue.

Todo el mundo se está comportando muy diferente.

—Oye— caminé rápido hacia ojitos.

ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora