Se necesitaba ser ciego para no darse cuenta de que ese niño de apenas ocho años de edad se convertiría en uno de los corredores más destacados de la Fórmula Uno.
Ese chico era Sebastian Vettel, quien empezaba a esbozar las primeras etapas de una carrera llena de triunfos.
El cual a pesar de su juventud, Vettel mostró un talento innato para la conducción y una determinación feroz para convertirse en uno de los grandes de la Fórmula Uno. Pasaba horas y horas estudiando las carreras, analizando cada movimiento de sus héroes y soñando con el día en que se uniría a sus filas. Sus padres y entrenadores notaron su habilidad sobresaliente y lo apoyaron en su búsqueda de convertirse en piloto de carreras.
Triunfos que llegaron gracias a un impulso significativo: cuando obtuvo una de sus primeras victorias en competencias, el trofeo le fue entregado por su mayor héroe, y heptacampeón de la Fórmula Uno, Michael Schumacher.
Lo cual causo el inicio de una amistad y una relación cercana que perduraría bastante tiempo, siendo una trampa del destino entre ambos que ninguno se esperaba que pasara.
Sebastian había sido un admirador incondicional de Michael Schumacher desde que era un niño. En su habitación, tenía posters de su ídolo que decoraban las paredes, y soñaba con seguir sus pasos en las pistas de la Fórmula 1. Y mientras que crecía, la admiración de Seb por Micheal igualmente la cual cada vez se hacia mas grande al ver cada logro o récord que rompía su ídolo que después de conocerlo en persona hace unos años lo inspiró y le abrió los ojos de que estaba verdaderamente destinado a ser un piloto en la máxima categoría de la velocidad. Y ser igual de exitoso para que su ídolo notara que no era un simple chico si no que alguien a quien se podía reconocer como los mas grandes soñando ser reconocido como todos los campeones del mundo que hubieron desde que se creo la Formula 1.
Sin embargo, cuando Michael anunció su retiro en 2006 para competir en otras categorías, el joven Vettel sintió que sus sueños se desmoronaban. Parecía que su oportunidad de enfrentarse a su ídolo en la pista nunca se haría realidad, sabiendo que el siguiente año haría su debut con BMW pero sin su ídolo entre las filas.
Unos pocos años después, mientras Sebastian continuaba su carrera en Red Bull, compitiendo en su segundo año en la Fórmula 1 en 2010, la noticia de que Michael Schumacher regresaba de su retiro para unirse a Mercedes sacudió al mundo del automovilismo.
La emoción de Seb era palpable, aunque sabía que competir contra su ídolo sería un desafío monumental. El joven piloto alemán sabía que esta era una oportunidad única para medirse en la pista con el legendario Schumacher, un sueño hecho realidad que parecía imposible años atrás.
En uno de los emocionantes días de carrera, después de una sesión de práctica, Sebastian se encontró a solas con Michael en el paddock. La tensión y la emoción llenaban el aire cuando Schumacher se volvió hacia él con una sonrisa amigable y le dijo: -Veo un gran potencial en ti, Sebastian. Eres un piloto increíblemente talentoso.-
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F1 oneshots BxB
FanfictionVariación de historias de ships distintos de la f1 puede que sea de diferente realidad o con contenido explícito, y cada una no va a tener conexión con la otra