F1 oneshots BxB

Oscar x Lando

El zumbido distante de los motores todavía resonaba en la mente de Oscar Piastri mientras caminaba por el pasillo silencioso de su hotel. Las luces de neón titilaban en la penumbra, creando sombras que jugaban en sus pensamientos. Había conseguido sus primeros puntos en la Fórmula 1, un logro monumental para cualquier piloto novato, pero su naturaleza introvertida lo llevó directo a la calma de su habitación en lugar de un estruendoso festejo.

Llego a su habitación y el brillo de la pantalla de su teléfono iluminó la penumbra cuando recibió un mensaje de Lando Norris, su compañero de equipo. "¿Dónde estás, Oscar? ¡Tenemos que celebrar esos puntos!", decía el mensaje. Piastri suspiró, dudando si unirse a la animada celebración que se realizaría en algún lugar de la ciudad, por lo que solo volvió a dejar su celular a un lado sentándose un momento en el sofá de su habitación.

Pero antes de que pudiera tomar una decisión, un golpeteo suave en la puerta de su habitación rompió la quietud, por lo que se tuvo que mover de su cómodo lugar y alejarse un momento de sus pensamientos. Al abrirla, se encontró con Lando, con una sonrisa contagiosa que contrastaba con la seriedad de Oscar. -¿Vas a ignorar tus primeros puntos, Piastri?- preguntó Lando, con una mezcla de incredulidad y diversión en sus ojos.

Oscar frunció el ceño, pero Lando, sin esperar respuesta, continuó: - ¡No todos los días un novato suma puntos en su primera temporada! Así que vamos Oscar aunque sea por hoy ve a festajar y pasártela bien- El australiano titubeó por un momento, pero la insistencia amistosa de su compañero de equipo lo convenció. Con un gesto de resignación, cerró la puerta tras de sí, sumergiéndose en una noche de celebración, consciente de que aquellos primeros puntos merecían más que la tranquilidad de su habitación de hotel.

Ambos se subieron al carro de Lando y se dirigieron al bar donde estaban algunos de los otros pilotos esperándolos ya que Lando le había dicho a los demás que celebraran los puntos de Oscar también. Y después de un rato en el carro por el trafico que había en el área al fin llegaron por lo que dejaron el carro parqueado y fueron caminando hacia adentro uno mas emocionado que el otro.

Las luces tenues del bar parpadeaban mientras Lando y Oscar se adentraban en la efervescente atmósfera del lugar. La música estridente competía con las risas y conversaciones que llenaban el ambiente. Lando, con una sonrisa que iluminaba su rostro, llevó a Oscar hacia un grupo bullicioso y al acercarse Oscar se dio cuenta que eran algunos de los otros pilotos.

-¡Chicos, aquí está Oscar!-, anunció Lando, provocando aplausos y felicitaciones por parte de los presentes. -¡Lograste tus primeros puntos chico, y eso merece un brindis!- exclamó Ricciardo, levantando su copa. Los demás siguieron el ejemplo, y pronto el sonido de los vasos chocando llenó el aire.

Oscar, aún un poco reacio, respondió con una sonrisa agradecida. -Gracias a todos. Fue un día increíble-, dijo tímidamente. Hamilton, entre risas, le dio un golpecito amistoso en el hombro. -Bienvenido al club, mate. ¡No hay nada como la emoción de tus primeros puntos!-

A medida que la noche avanzaba, los pilotos se sumergieron en charlas animadas. Lando compartía historias extravagantes de su carrera, mientras Fernando y Sebastian Vettel intercambiaban anécdotas sobre carreras pasadas. Oscar escuchaba atentamente, asintiendo de vez en cuando, pero sin dejar de notarse su naturaleza reservada.

Con el transcurso de las horas y el aumento del contenido alcohólico en sus sistemas, las inhibiciones se desvanecieron. -Oscar, cuéntanos alguna historia de tu carrera en las categorías inferiores-, instigó Max, provocando risas en el grupo. Oscar, sonrojado pero sonriendo, comenzando a compartir sus propias experiencias. La risa se volvía más contagiosa, y las bromas se mezclaban con risas estruendosas.