26

238 26 6
                                    

Mientras volvían del hospital, Maron iba muy molesta en el auto de su padre.

—¿Porque estabas hablando con esa mujer? Debiste decirme a mi lo que pasó con Vegeta. Yo podía ocuparme.

—1. Me enteré recién hoy. 2. Vegeta no te quiere cerca. Y 3. Compórtate como una mujer adulta. Ya no estas para juegos. Recuerda que tus tonterías me cuestan caro.

—Como si tu no cometieras errores.

—Eso no justifica los tuyos. Gracias a tí no puedo ayudar a Vegeta. Tus delitos me tienen acorralado y el juez Iwasaki usa todo eso para extorsionarme. Así que si, tu inmadurez cuesta vidas.

—¿De qué estas hablando?

—El juez planea matar a Vegeta. Y yo no puedo encargarme porque si lo hago te enviará a la cárcel y te pondrá en el peor lugar. Es capaz de mandar a alguien que te mate. No puedo arriesgarme a eso.

—Debiste decirme. Yo puedo encargarme del juez.

—Justamente por eso no te dije nada. Eres demasiado impulsiva y cometes errores a diestra y a siniestra. ¿Quieres que el juez te mate?

—Que me atrape si puede.

—Quizá prefieres que mate a Yamcha.

—Eso ni pensarlo. Jamás se lo permitiré. Le pondré custodia.

—¿Y si de alguna forma se deshace de tu bebé?

Maron se quedó sin palabras. Ahora tenía mucho que perder. Sin importar su interés en Yamcha el juez podría arruinar todos sus planes de un segundo a otro. 

—Estamos en las mismas circunstancias. No podemos hacer nada para ayudar a Vegeta. Esta vez está solo, es mejor que Bulma se ocupe de él. Así que haz el favor de quedarte al margen. Deja esta estúpida rivalidad con ella. Tu tienes a Yamcha deja que ella se quede con Vegeta. Es lo menos que puedes hacer.

—Pero papá, es Vegeta. ¿Lo vas a dejar morir?

—Hay una opción ¿pero estarías dispuesta a marcharte del país y dejar a tu esposo aquí, hasta que me encargue del juez?

—No. ¿Como se te ocurre eso? Piensa en algo más.

—No hay opción. Tu eres lo que me imposibilita actuar. No tiene nada contra mí. Soy muy cuidadoso. En cambio tu no paras de cometer errores.

—Hace tiempo que no cometo errores.

—¿Ah si? ¿Y tu boda y embarazo que? ¿Acaso pensaste antes de hacerlo?

—Me estoy asegurando una fortuna con Yamcha. Solo recibo mi pago por la inversión que hice en el. ¿Que tiene de malo?

—Esos son caprichos por tu enemistad con Bulma. Pero al hacer eso te volviste más vulnerable a cualquier enemigo. Nunca piensas en las consecuencias. Si no vas a marcharte por algunos años no te metas con el juez. O renuncias a todo para que yo pueda salvar a Vegeta o cierras la boca y dejas a Bulma actuar.

La discusión terminó ahí dejando el asunto por la paz.

Mientras tanto en la sala comedor del hospital, Bulma se sentía empoderada ya que había enfrentado a su nemesis y la había dejado sin palabras. Además se enteró que Maron tenía interés en Vegeta y éste la rechazó. Se sentía ganadora. Mientras almorzaba en el salón del hospital sonreía. De pronto recibió una llamada telefónica..

—¿si?

—Señorita Briefs. El señor Vegeta está despierto. ¿Puede venir a la habitación?

Dejó su comida por la mitad, pagó una gran suma y se marchó dejándo al chico que servía, con una gran propina. Cuando llegó a la habitación no entendía lo que pasaba. Vegeta se encontraba rodeado de varios médicos.

Cien Días Con Él                                        VegebulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora