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Yamcha se rascó la nuca y comenzó a reír , provocando que Vegeta pierda la paciencia. —Si no se apresura voy a golpearlo en la cara.

—¡No por favor! En la cara no. Hablaré lo prometo. Bien. ¿En qué estaba? Ah si. Como sabrá soy un jugador de baseball muy importante.

—No me consta.

—Pues bien mi equipo llegó a la final de la liga y el partido se juega este próximo sábado. Las apuestas están 100 a 1 a favor nuestro. La cuestión es que yo me metí con la hija del jefe Yakuza y pues no esta muy contento con eso.

—No imagino porqué—dijo Vegeta rodando los ojos con fastidio.

—Maron es hermosa y pues no me pude resistir. Cenamos con su padre y me pidió que pierda la final del partido. A cambio me dará 1 millón de dolares.

—Entonces no entiendo para que me buscaste. Ya tienes todo resuelto.

—El problema es que no puedo perder ese partido adrede. Mis sponsors y los fanáticos del equipo no me lo perdonarían y mi credibilidad se iría a los suelos. Pero no puedo echarme atrás y necesito un abogado negociador de mi parte.

—A ver si entiendo. Te metiste con la hija del jefe yakuza, papá suegro para no romperte la nariz prefirió hacer negocios contigo y te hizo un pedido que no quieres cumplir porque temes que tu reputación se vea comprometida. ¿Cuando es tu reunión con el jefe yakuza?

—Esta noche. ¿Tomará mi caso? Se lo suplico si no me ayuda estaré arruinado.

Vegeta giró su silla de oficina y se volteó para pensar. Mientras la ansiedad de Yamcha aumentaba. —¿Cuánto piensas pagarme?

—Te daré la mitad del trato que me consigas. 50% estoy desesperado por favor ayúdeme. 

—Hecho. Anota la dirección en ese anotador que esta sobre el escritorio y vete. Nos vemos en la reunión. 

Yamcha se marchó temeroso de que Vegeta no cumpliera con el trato pero no tenía opción debía confiar en que iría a la reunión con el jefe yakuza.

En la noche a las 20.00 hs se reunió en la calle con su nuevo abogado afuera del club de los yakuza y juntos se acercaron a un tipo que estaba en la puerta, media cerca de 1.90. mt. Yamcha se sentía muy asustado e iba detrás de Vegeta.

—Tenemos reunión con el Jefe Nappa.

Sin mediar palabra el sujeto abrió la puerta blindada para permitir el ingreso de ambos hombres.

—¿Puedes dejar de agarrar mi espalda? Es molesto.

Yamcha soltó a Vegeta y juntos entraron a la sala vip del bar, se dirigieron hacia la mesa donde se hallaban el jefe Nappa y Raditz, acompañados de dos señoritas ligeras de ropa.

—Lamentamos molestar pero venimos a hablar de negocios.

Nappa hizo una seña y ambas mujeres salieron de encima de ellos marchandose.

—Tomen asiento caballeros. —chasqueó los dedos y una camarera se acercó a la mesa. —Trae 4 vasos y una botella de whisky.

De inmediato les sirvieron las bebidas y cuando las camareras se marcharon, comenzaron a hablar.

—¿En qué estábamos? Ah si. Hablemos de negocios. Imagino que tú eres el abogado que representa a este bueno para nada.

—Asi es señor Nakamura, verá el señor Jones no es muy bueno para los tratos y me contrató a mi para asistirlo. Veré que ambos reciban un trato justo y lucrativo para ambas partes.

—Siempre que yo gane mucho dinero, no veo inconveniente en que nos asista, es usted bienvenido a mi bar.

Yamcha veía la situación en silencio, temeroso de que algo saliera mal, pero no podía emitir palabra porque estaba en desventaja con el Jefe Nappa Nakamura.

Cien Días Con Él                                        VegebulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora