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La mañana comenzó tranquila hasta que varios noticieros se hicieron eco de una misma noticia: Yamcha Jones y Maron Nakamura contrajeron matrimonio por civil en una ceremonia privada en las afueras de Tokio.
Los medios tomaron fotos a la feliz pareja y Maron mostró el costoso anillo que Yamcha le había obsequiado como regalo de bodas: un diamante rosado de 59,60 quilates, valuado en 71,2 millones de dólares.

Mientras Kiabe veía el programa informativo, tuvo que abandonar su desayuno de inmediato. Apagó su televisor y salió corriendo para tomar un taxi rumbo a su trabajo, sabía que su jefa enloquecería en cuanto se enterara de la boda furtiva y que Yamcha le regaló el anillo de diamantes a su flamante esposa.

Llegó a las 7.00 AM a casa de Bulma. Ingresó con la llave que le dieron, al parecer ella aún no despertaba. Decidió llamar de urgencia a su novia, claro está que nadie sabía que Caulifla y él estaban juntos. Cuando ella atendió se sorprendió por la hora.

—¿Pasó algo malo?—se levantó de la cama preocupada.

—Si. Terribles noticias. El señor Jones se casó anoche con la señorita Nakamura.—Kiabe hablaba con voz baja para que nadie además de su novia lo escuchara.

—Auch, si. Esas son terribles noticias para tu jefa. ¿Pero a mi en que me afecta?

—Recuerdas que te conté que la señorita Bulma le regaló un anillo de diamantes de más de 70 millones?

—Claro que lo recuerdo, me contaste anoche.

—Bueno el caso es que la señora Maron salió en las fotos posando con ese anillo. Dijo que el Señor Yamcha se lo dió como regalo.

—Ahh ya entiendo. Cuando tu jefa lo sepa lo localiza y lo cuelga a él, le arranca las extensiones a ella y se suicida usando ese anillo.

—Exacto. No se como evitar que mi jefa se entere de esas noticias. Yo que pensaba que volver al trabajo sería más fácil.

—Mmm. Dejame ver ¿Y si la envías lejos?

—¿De que hablas?

—Me gusta armar parejas. ¿Que tal si la enviamos al mismo pueblo perdido donde está mi jefecito?

—¿Perdiste la cabeza? Ellos se odian. Si los ponemos juntos se asesinaran.

—Oye tu y yo sabemos que en el fondo se gustan. Solo hay que hacer que se conozcan y se entiendan. No es tan difícil. Ambos son aterradores pero yo apuesto por esa pareja.

Kiabe sentía que sudor frío le recorría la espalda pero quiso saber más sobre la propuesta de su novia. —Supongamos que te hago caso. ¿Cómo hago que ella quiera viajar lejos sin hacer preguntas?

—Fácil. Mientele. Llevala a hacer algo fuera de la ciudad y cuando estés ahí le cuentas la verdad. Luego le das su equipaje y la abandonas en ese pueblo perdido.

—No puedo hacer eso. Me mataría.

—Después de oír la noticia de la boda de Yamcha dudo que le queden ganas de matarte. Haz que vea ese viaje como un reencuentro espiritual consigo misma. Dile alguna mentira new age y ella te creerá.

—Estaré arriesgando mi cuello si hago eso.

—Bueno entonces llevala a otra ciudad para comprarle regalos al bebé de su amiga. Luego le dices la verdad y ella estará agradecida. Pero hazlo rápido porque la prensa irá tras ella para preguntarle como se siente luego de que su exitoso ex se haya casado con una mujer idéntica a ella.

—Bien intentaré eso para no morir. Luego te llamo.

—Cuídate mucho amorcito.

Kiabe tenía poco tiempo para poner en marcha su plan. Preparó dos valijas con ropa y zapatos de su jefa. Una valija completa con maquillaje y perfumes. Cargó todo en el auto de Bulma, Preparó el desayuno y la despertó.

Cien Días Con Él                                        VegebulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora