Capítulo 62 || Reflexiones del pasado

100 10 0
                                    

— Castillo de Nuremgard, Austria. 1932 —

Kate se encontraba pensativa sobre sus recuerdos. Unos meses antes de que ella entrara a Hogwarts había muerto a su abuela. Ella había visto como sus padres y su abuela se habían llevado a Regina directo a la biblioteca de la familia sin saber que era lo que querían con su hermana. Joe y Kate habían intentado escuchar que era lo que habían hablado con su hermana, pero había un hechizo silenciador para que ni ella ni su hermano escucharan. Sabía que esa era la clave para todo, incluyendo el ascenso de Grindelwald.

La menor de los Pullman empezó a pasearse por su cuarto hasta que alguien tocará la puerta. Sabía lo que significaba. Las elecciones estaban cerca y Gellert quería a todos a sus acólitos reunidos porque iba dar un discurso importante. Ella se acercó a su mesa de noche para agarrar su varita, dispuesta a sacarle toda la información que su hermana tuviera sobre Antioch, y conociéndola, se lo habría dicho a Newt Scamander. Se encargaría de sacarle toda la información al primero que encontrara.

Ella camino directo al patio donde se encontraban los demás seguidores, dispuestos a escuchar lo que Grindelwald tenía que decirles en el margen de las elecciones. Vio como se abría paso. Ella observaba como Aurelius seguía a Gellert.

— Nuestro momento se acerca hermanos y hermanos – empezó hablar Grindelwald con el tono que hipnotizaba a las masas –. Terminaron los días de esconderse. El mundo escuchará nuestra voz.

Todo el lugar empezó a rugir. Kate asintió con la cabeza en señal de estar de acuerdo con los demás. La menor de los Pullman observó como Kama parecía ser parte de la misma multitud, pero al mismo tiempo, estaba apartado. Si él fuera inteligente, se quedaría, o eso creía Kate. Ella vio como Grindelwald se acercaba al moreno para poner sus dos manos en su rostro. Decía algo en voz baja que solo los dos hombres podían escuchar. Una vez que terminó la conversación, Yusuf fue absorbido por la multitud.

— Demuestre su lealtad, señor Kama –  le advirtió.

****

Kate llevaba a la qilin muerta en sus brazos con un paso solemne hacia el lugar donde se encontraba la piscina. Hizo un ademán al acólito que resguardaba la puerta para que lo abriera. Al entrar, se percató que solo se encontraba Grindelwald en el lugar. El peliblanco estaba subiendo las mangas de su camisa para ingresar hacia la pequeña alberca que se encontraba en medio de la estancia.

— ¿Has buscado algo relacionado con tu familia como te lo pedí? – preguntó Grindelwald en lo que Pullman se acercaba a la orilla para entregarle el cuerpo de la qilin.

— No he encontrado nada en concreto. No hay muchos indicios – resopló Kate.

— Debes de buscar entrelíneas sobre tu linaje y no solamente te quedes lo que los textos te proporcionen – recomendó su líder –. Muchas veces, la respuesta está en frente de tus ojos, que parecen estar escondidos.

Kate comprendió lo que decía Gellert haciendo que asintiera con la cabeza. Las puertas se abrieron en lo que ingresaban Aurelius, Vogel y Rosier. Ella miró de reojo a los recién llegados para regresar su mirada hacia Grindelwald. Ella alzó su mirada con orgullo en lo que daba pasos hacia atrás. El peliblanco hundió el cadáver de la qilin en el agua.

Renneverte –murmuraba.

Los cuatro observaban como Grindelwald pasaba sus dedos de manera delicada por la garganta de la qilin haciendo que su tejido fuera restaurado. Segundos después, observaron como la criatura surgía su cabeza del agua para empezar a llorar.

Vultura Samentur.

Vieron como la pequeña criatura movía su cabeza para dirigirse hacia Grindelwald. Sus ojos se podía ver una extraña mirada provocando que tuviera una sensación rara, puesto se encontraba viva, dispuesta para servir al propósito con él que la habían llevado ahí.

— Eso es – se dirigió hacia la qilin –. Muy bien. Eso es. Ven, mira.

Todos los presentes sabían que se refería a Aurelius haciendo que el más joven del grupo se acercara a la orilla con la mirada cohibida. Kate dio un paso hacia atrás para no estar tan cerca, pero sin reunirse con Rosier y Vogel, que tenían un presencia intimidante. 

— Por eso somos especiales – explicó Grindelwald –. Ocultar nuestros poderes no es solo una ofensa hacia nosotros mismos, es pecado.

Gellert dejo a la qilin en la orilla de la piscina. Había algo tan extraño para Kate en la criatura que se encontraba en sus ojos. Su mirada se encontraba vacía, pero no importaba con tal de ver a su líder en el poder. ¿Qué más daba? Solo era una herramienta para el verdadero propósito. Lo que fuera para que los magos y brujas dejaran de estar en la oscuridad.

— ¿Hubo otra? – preguntó Gellert interesado.

— ¿Otra? – Aurelius se encontraba confundido por la pregunta.

— Esa noche, ¿hubo otra qilin?

Kate pudo divisar la furia que se encontraba sobre Grindelwald. Él se encontraba inquieto ante el posible respuesta que le diría el más joven de todos los presentes. La menor de los Pullman se encontraba expectante ante la respuesta.

— No lo creo... – respondió dudoso.

El peliblanco aventó chorros de agua hacia Aurelius para presionarlo contra la pared provocando que Kate diera un paso hacia atrás al asustarse por la reacción de Grindelwald. Ella estaba segura que nada más había una qilin esa noche y habían asesinado a la mamá poco después.

— Ya me fallaste dos veces – comentó furioso –. ¿No comprendes el peligro que me pones? 

Ninguno de los presentes quiso moverse de su lugar con temor de que solo aumentaran la furia de Grindelwald. Toda la atención se encontraba ante Aurelius. Y aunque ninguno lo sabía, pero también se encontraba furioso con la menor de los Pullman porque empezaba a sospechar que tenía a la hermana equivocada. 

— Tienes una última oportunidad, ¿lo entiendes? Encuéntrala.

Kate no se movió de su lugar una vez que lo liberó. Las cosas se complicaban haciendo que tuviera esa necesidad para demostrarle a Grindelwald que ella era mucho mejor que cualquiera de los Acólitos presentes.

(Nota de la autora:

Solo quiero desearles un feliz año nuevo y que logren todos sus propósitos. No se frustren si las cosas no salen como quieren, porque muchas veces es porque no es el tiempo adecuado, se los digo por experiencia propia.

También les tengo un triste noticia porque el fanfic está llegando a su fin. Ya solo quedan 10 capítulos por lo que les pido que lo disfruten porque pronto estaremos en el desenlace de esta historia.

Sería todo de mi parte y nos leemos el próximo viernes.

April Hdzz Capaldi, fuera.)


Animales FantásticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora