Llegamos a la nave donde tenían que hacer las fotos, y después de saludar al director y un par de encargados, fuimos hacia los demás futbolistas.
-Hola -sonreí al grupito.
-¿Por qué siempre estás tan contenta? -frunció el ceño Ferrán con expresión de cansancio.
-¿Y tú por qué estás siempre tan amargado? -João pasó el brazo por encima de mis hombros mirando a su amigo.
-Puedo contestar por él -Pedri levantó la mano divertido.
-Que os jodan -balbuceó el valenciano y se dio la vuelta para ir hacia donde estaban Balde y Lamine.
Solté una risita y pasé el brazo por la cintura de João, quien negaba con la cabeza mirando a su amigo.
-¿Tenemos que cambiarnos ya o algo? -preguntó Gavi guardando su móvil.
-Aún no, primero van Marc, Raphina y Koundé -Fermín los señaló con la cabeza.
Gavi asintió y después de repasar un poco el sitio con la mirada, frenó sobre mí y João.
-¿Qué tal el trabajo? -justo me preguntó el portugués, haciendo que girara mi cara hacia la suya.
-Bien, aunque estoy agotada -murmuré amable.
-Y más que lo vas a estar, porque hasta que acabemos esto... -suspiró Pedri.
Me encogí de hombros pero sonreí, la verdad es que no me importaba demasiado.
-Cuando acabemos podemos hacer algo tranquilo -ideó João.
-Sí, como irme a mi casa -solucioné rápido.
-¿Irnos a tu casa? -me miró alzando un poco las cejas.
-Irme, irme -corregí.
-Yo creo que ha dicho irnos, ¿Verdad? -miró éste a Pedri.
-Yo diría que he escuchado eso -frunció el ceño haciéndose el interesante y apoyando a su amigo.
Rodé los ojos y dejé caer una sonrisa leve.
-Además, así te llevamos -siguió João.
-De eso ya me encargo yo -intervino Gavi observando el debate de sus amigos.
-Pues eso, que te llevaremos nosotros -supuso Pedri divertido.
Chasqueé la lengua como diciendo que pararan y pude ver cómo el sevillano tensaba un poco la mandíbula pero sin darle más importancia.
-¿Te has tomado ya las medidas? -recordé entonces hacia João.
-Mierda -me miró rápido al darse cuenta.
Me golpeé la frente con la mano y él se quedó quieto.
-¿Me ayudas? -pidió entonces como un niño pequeño.
-Venga -le metí prisa empujándolo un poco hacia un lado.
Ambos nos dirigimos hacia el lateral donde estaban todas las prendas y cosas del plató, y se notaba que ni siquiera se habían dado cuenta de que no tenían las medidas de uno de los jugadores, porque todo eso estaba más que desordenado.
-Vas a tener suerte y todo -murmuré con un poco de ansiedad por todo el desastre que tenían ahí montado.
-Gracias -susurró suplicante.
Se colocó después a mi lado y yo cogí una de las cintas de metro que había sobre la mesa.
ESTÁS LEYENDO
latidos compartidos
FanfictionTodos en algún momento de nuestra vida encontramos a alguien con el que conectamos casi al instante, y sentimos como si lo conociéramos desde siempre. A partir de entonces haces todo con esa persona: ríes, lloras, creces, discutes, cuidas, maduras...