Le conté a João todo lo que había pasado la noche anterior entre Gavi y yo, y el pobre no podía flipar más.
-Pero tienes que prometerme que no vas a decir nada -pedí un poco más seria.
-A mí me están grabando -aseguró analizándome.
Yo sonreí levemente ante su careto.
-Sab, te quiero, y sé que te gusta Gavi, y sé que no tengo nada que decir ante eso -dijo como apoyándome-. Pero esto va a hacerte daño.
Entonces suspiré y asentí.
-Marina no será su novia, pero algo son, y que se líe contigo mientras... -lo dejó en el aire.
-Lo sé -coincidí-. No sé cómo pude dejar que pasara.
-Eso es lo de menos. La cosa es qué va a pasar a partir de ahora -me miró algo preocupado.
-No lo sé... -agaché la cabeza.
João dejó caer una larga bocanada de aire y fue a buscar agua a la nevera, para después ponernos dos vasos a ambos. Di un trago no muy largo, porque tenía yo creo que literalmente el estómago encogido, y volví a mirar a mi amigo.
-¿Te arrepientes? -preguntó entonces.
Tomé aire y me encogí de hombros.
-Por un lado sí, y por otro no -murmuré.
-Explícate -se sentó de nuevo en el taburete.
-No lo sé... No me arrepiento porque tenía muchas ganas y también dudas de si realmente me gustaba o simplemente me atraía.
-¿Y has obtenido la respuesta?
Asentí y tragué grueso.
-Pero no me gusta esa respuesta.
-Ya, porque el que te gusta es él -alzó las cejas-. Y no quieres eso.
Yo asentí coincidiendo y él resopló.
-Y encima, por otro lado me arrepiento porque pienso en la chica con la que está, y también por el trabajo, la he cagado con eso-añadí
-Lo primero, lo de la chica no es tu culpa, es él quién tiene un compromiso, y segundo, tampoco te martirices, pues ha pasado y ya está, qué vas a hacer ahora... -me miró con cara de circunstancia.
-Lo primero, sí es mi culpa porque yo sabía que estaba con ella y aún así me ha dado igual, y lo segundo, lo que voy a hacer ahora va a ser decirle que fue un error -lo imité.
-¿Fue un error? -me miró obvio.
-No en lo personal, pero sí en lo profesional.
-No sé, Sab...
-Tengo que hablar con Gavi... -suspiré.
-Ya, pero primero tienes que pensar en qué quieres decirle.
-Ya se me ocurrirá algo -me levanté del taburete y di un par de vueltas por delante del portugués.
En realidad no podía pensar. Lo único que hacía era morirme por dentro mientras sabía que tendría que ver a Gavi esa noche, y no tenía ni idea ni de qué quería decirle, ni cómo, ni qué era lo más adecuado.
Por suerte, João no me dejó sola ni un momento, aunque no tanto por hacerme compañía, sino para que pudiera asegurarse de que no hacía ninguna tontería. Y en realidad se lo agradecí.
Estuvimos toda la tarde hablando hasta que se hizo la hora de empezar a prepararnos. Ayudé al portugués con el traje y la pajarita y después me acompañó a casa para cambiarme también.
ESTÁS LEYENDO
latidos compartidos
FanfictionTodos en algún momento de nuestra vida encontramos a alguien con el que conectamos casi al instante, y sentimos como si lo conociéramos desde siempre. A partir de entonces haces todo con esa persona: ríes, lloras, creces, discutes, cuidas, maduras...