Sinceramente no es que yo fuera la mejor jugando a los bolos, pero los chicos todavía menos. No daban ni una, y yo moría de risa.
-Menos mal que te dedicas al fútbol -reí hacia Pedri cuando tiró por al lado de la pista.
-Cállate -vino amenazador hacia mí.
Yo sonreí y me defendí como pude mientras él intentaba agarrarme los brazos.
-Venga, que tiene que tirar ella -lo separó João.
-Vingi qii tiini qii tirir illi -se giró el canario hacia él.
Volví a reír y cogí la bola que me tendía mi compañero.
-¿Sabéis que si hago pleno os ganamos ya, no? -alcé las cejas hacia los jugadores.
-Que tires -ordenó Ferrán ya harto.
Hice caso sonriente y me giré hacia la pista, pero sin pasar por alto la cara de enfado que tenía Gavi. Odiaba perder, fuera en el fútbol o en cualquier juego, y a mí en ese momento me encantaba estar ganando.
Tiré la bola y me puse de espaldas, sin ni siquiera esperar a que llegara al final, dando por hecho que había hecho pleno. Sabía que era arriesgarme a celebrar antes de saberlo, pero la reacción de João a los pocos segundos confirmó que había derribado todos los bolos.
-¡Vamos! -me cogió en brazos al instante, levantándome con fuerza y abrazándome contra él al bajarme-. ¡Toma, toma, toma!
Sonreí y le devolví el abrazo, para después chocarle ambas manos y volvernos a abrazar.
-Os jodéis -murmuró hacia sus amigos.
-Ha sido suerte -bufó Fermín.
-Mhm -asentí irónica dándome la vuelta hacia él.
-Que poco te aguanto -bromeó Pedri poniéndome mala cara.
-Me adoras -elevé una ceja, a lo que rodó los ojos y se acercó para apoyarse con el codo sobre mi hombro derecho.
-Bueno, pues somos tuyos toda una semana -se encogió de hombros Ferrán.
-Eh, y míos -se quejó João.
-Tu calla -no le dio importancia Fermín.
Solté una risita y miré a mi compañero de partido.
-¿Sabes? Me apetece cenar sushi, ¿A ti no? -pregunté divertida.
-¿Sabes qué me apetece más? Que me den un masaje durante tres horas -me siguió el rollo.
Nosotros reímos y los chicos nos empujaron entre todos a modo de respuesta.
-Yo quiero jugar otra vez -miró la hora Pedri.
-Yo igual -habló Fermín.
Ferrán y João también se apuntaron, pero yo ya no tenía ganas así que hicieron un dos contra dos.
Me quedé observándolos hasta que me di cuenta de que Gavi tampoco iba a jugar, por lo que me acerqué hacia el banquillo donde estaba sentado.
-¿Qué? ¿No dices nada? -pregunté con superioridad parándome frente a él.
-¿De qué? -se hizo el tonto.
Lo miré orgullosa y me crucé de brazos.
-Habéis ganado porque Pedri y Ferrán son malísimos -aseguró tan tranquilo.
-Ah, claro... Porque tú eres súper bueno -asentí provocándolo.
-Cuando quieras echamos uno tú y yo solos -me retó.
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latidos compartidos
FanficTodos en algún momento de nuestra vida encontramos a alguien con el que conectamos casi al instante, y sentimos como si lo conociéramos desde siempre. A partir de entonces haces todo con esa persona: ríes, lloras, creces, discutes, cuidas, maduras...