Mariposas Indeseadas {OffGun}

CAPITULO 4

Gun se miró al espejo sintiéndose orgulloso de su aspecto.

Su novio le había regalado ropa para que lo acompañara a un aniversario de unos amigos de la infancia que se habían casado muy jóvenes.

Incluso le había insinuado que ellos serían los próximos.

Oab iba rápido en todo, tanto que no sabía si a veces hablaba enserio o todo era broma. Sus palabras siempre se acompañaban por una sonrisa.

Ellos eran universitarios, posiblemente se graduarían y ahorrarían primero antes de pensar en cualquier cosa, el dinero no era algo fácil de tener.

O al menos eso pensó antes de que asimilara la realidad de su novio.

Cuando llego al evento pudo ver que las personas eran bastante elegantes. Entendió por qué su novio le había insistido tanto en que se vistiera con lo que le había dado.

Estaba nervioso y se sentía fuera de lugar, pero la mano de Oab nunca lo soltó.

Relájate, amor, se ven así, pero son buenas personas -le susurro tratando de calmarlo.

Se nota que todos tienen mucho dinero...

Así es -fue lo único que respondió el mayor.

Gun tardo un poco en reaccionar y caer en cuenta que Oab era exactamente igual a ellos.

¿Tu...también eres rico? -pregunto tímido.

El otro le sonrió sinceramente y asintió.

Realmente no lo soy, ósea sí, pero no -se rio -mi padre lo es y en consecuencia yo también.

¿Qué hace tu padre?

Honestamente no quiero hablar de eso, no me interesa mucho lo que el haga, no nos llevamos para nada bien.

Gun no volvió a preguntar nada más, por poco el ambiente se dañaba entre ellos, así que prefirió callar.

Se dedico a disfrutar de la velada y compartir con los amigos de su novio, que de hecho nunca lo juzgaron ni hicieron que se sintiera incomodo.

Estaba en la pista de baile cuando el mayor tomó su cadera y lo acerco de forma nada sutil a su cuerpo. Prácticamente elimino todo el espacio que existía entre ellos.

Se movían de lado a lado, rozándose sin vergüenza alguna. Aquello hizo que se sonrojara mucho e intentara apartarse, pero los brazos de su novio se lo impedían.

Gun -susurro en su oído -estoy muy feliz de que estes aquí conmigo.

Gracias a ti por invitarme.

Quiero que seas parte de mi vida para siempre, quiero que seas mío -le volvió a decir -te quiero mucho.

El menor lo miro sorprendido mientras sus ojos temblaban ante la declaración.

¿Puedo besarte? -le pregunto prácticamente sobre sus labios.

Gun asintió mientras sus respiraciones se fusionaban y se dedicaban a disfrutar los labios del otro.

Fuegos pirotécnicos explotaron en su pecho al sentir los labios tibios que lo acariciaban. Aquello que deseo desde el primer día en que lo conoció por fin se volvía una realidad. La delicadeza con que lo besaba era increíble, prácticamente devorándolo, pero con ternura.

Tomaba sus labios con tanto amor y cariño, expresando con sus movimientos lo que sentía por él.

Gun correspondió animado, embriagado totalmente por las sensaciones y el perfume del otro que inundaba sus fosas nasales.