1.Vuelta a casa

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Siempre me pregunté cuál fue el error que cometí hace años. Tal vez se deba a mi cabeza dura que no hace más que tomar malas decisiones o simplemente por ser yo. Eh cometido locura tras locura, y probablemente fue a causa de su ausencia. No quiero buscar culpables, ni mucho menos culparla a ella. Alguna buena razón hubo detrás de todo para que Helga se mudara lejos de todo. Quiero pensar que fue por culpa mía, y no lo digo para sentirme alguien importante, el sólo hecho de creer eso me hace sentir especial para ella.

Nunca me había sentido así por nadie, y admito que tuve gusto por otras chicas, pero eran un simple chiste a lado de Helga. Ella siempre a sido única y especial.

No hace falta decir que me enamoré de ella desde el primer momento que la vi. A pesar de venir de familias rotas y destruidas, sabía que teníamos algo que nos unía, y no había un sólo momento que no dejara de pensar en Helga. Realmente estoy satisfecho del esfuerzo que hice, y por todas las cosas a las que me arriesgué sólo para llamar su atención y que se enamorara de mí otra vez. Debí haberlo hecho bastante bien, pues a pesar de todo, ella al final decidió quedarse a mi lado, hasta que me dejó.

No hay un segundo en mi vida que no me arrepienta por arruinar lo mejor que me había pasado en mucho tiempo, pero es demasiado tarde para eso.

La última vez que la vi, ella me dejó a causa de lo sucedido en la fiesta de mi fraternidad, o eso pensaba hasta que admitió que no se sentía a gusto a mi lado. Sólo me bastaron sus palabras para saber que no quería estar conmigo, aún cuando me aferré a esa loca idea de poder solucionarlo todo. Tal vez Susana tenía razón, y todo lo nuestro fue una mentira.

Eh tratado de no pensar en Helga, y es complicado cuando pasas todas la vacaciones solo en tu apartamento. Cada rincón de la casa me recuerda a ella, y la borrosa escena de Helga diciéndome que yo era un estorbo en su vida, me consume por dentro todas las noches.

Phoebe y Gerald han sido buenos amigos, incluso me ofrecieron viajar con ellos a las Bahamas, pero vamos que dormir en la misma habitación que ellos, de algún modo me resultaría incómodo. Es más jodido cuando escuchas los gemidos de Phoebe a media noche, haciéndome recordar siempre a Helga. Lo último que quería era pensar en ella.

Decidí quedarme en casa y pasar el resto del invierno solo en el apartamento. No quería estar con nadie más, sólo mi triste soledad y yo.

Debo admitir que no es tan malo estar solo. Tienes tiempo para ti mismo, y para pensar mejor las cosas. Aunque tengas pensamientos negativos y sientas que el tiempo pasa más lento, no es tan malo. Después de todo, vinimos al mundo solos y solos nos iremos.

Eh pasado cada noche sobre el techo del apartamento. Sintiendo el aire pesado sobre mi espalda y bebiendo una cerveza fría, mientras mi mano sujeta el hilo de mi pequeño yoyo. Mamá y papá han pasado el invierno en casa, y no es como que les importe que yo esté a kilómetros de distancia, pues a pesar de todo me negué a pasar el resto del año con ellos. Mi ausencia ya no es tan notoria como antes y eso está bien.

Las clases están casi por empezar, y realmente me pregunto que sucederá después de todo lo qué pasó. No sé si volveré a ver a Helga o tendré mi vida de antes, pero estoy ansioso por saber que pasará.

Los días pasaron, y no había nada interesante en la Universidad. A excepción de miradas nuevas y murmullos pisándome los talones, pero nada que no conociera antes. 

Y justo cómo lo sospechaba, Helga no estaba por ninguna parte.

Había pasado una semana desde que el curso había iniciado, y los rostros de los estudiantes del campus eran las mismas, pero sin ver rastros de ella en la Universidad. Eso me hizo creer que realmente Helga se mudó de nuevo a Londres y decidió quedarse definitivamente allá. Eso me devastó para saber que al final de todo lo nuestro se perdió y ella es tan cobarde para no mirarme de frente.

O L D E R 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora