Bienvenida de nuevo II

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Después de esa abrumadora mañana, Arnold no podía mantenerse concentrado en clase. Lila estaba sentada a su lado, haciendo nota a todo lo que la profesora Lanner escribía en la pizarra.

Movió el lápiz en su mano con inquietud, rompiéndolo por la mitad cuando el timbre sonó, terminando la clase. La profesora abandonó el salón y Lila lo miró nerviosa.

—¿Está todo bien?—Preguntó, observando el lápiz roto sobre la mesa.

Arnold asintió, restándole importancia.

—Bien, ¿Ahora que clase tienes?

—No lo sé.

Lila movió la cabeza. En realidad no tenia idea del extraño comportamiento que Arnold tuvo de repente, pero sabia que algo andaba mal. Entonces se atrevió a preguntar de nuevo.

—¿Seguro que todo esta bien?

Arnold suspiró, levantándose del escritorio.—Si, todo esta bien.—Tomó su mochila del suelo.—Debo irme a clase. Te veo luego, Lila.—Murmuró caminando escaleras abajo, mientras salía de la habitación.

Lila resopló, dejándose caer sobre la silla. Había estado pensando toda la mañana sobre su conversación con Valeria. Aun no podía creer que Helga fue novia de Arnold dos meses atrás. No con el historial que ambos tenían, y mucho menos por la manera en que se trataban hace un par de años.

No es como si se sintiera molesta, simplemente tenía un extraño revoltijo en el estomago, sólo de imaginarlos juntos.

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Las clases transcurrieron con normalidad, y Phoebe sentía entusiasmo de la hora del almuerzo. Movió la pierna involuntariamente rápido, atrayendo la atención de Rhonda.

—¿Quieres detenerte? Me estas poniendo nerviosa.—Murmuró nerviosa.

Phoebe miró hacia atrás y sonrió apenada.—Lo siento. Sólo quiero que la clase acabe ya.—dijo mirando de muevo hacia enfrente.

Rhonda miró a Shenna, y frunció el ceño confundida, regresando a Phoebe.—¿Qué la clase acabe ya? ¿Tú te quieres ir rápido?

Shenna asintió.—Normalmente te gusta estar aquí hasta las tres de la tarde.

Phoebe la ignoró.—¡Shhh! Faltan sólo tres minutos.

Rhonda suspiró.—¿Tan pronto? Olvidaba que había practica de porristas durante el almuerzo.

—Si, Gerald también tendrá practica.

Shenna no pudo evitar reírse, mientras se tapaba la boca.—¿Gerald es parte del equipo de animadoras?

Phoebe bufó.—Hablo del partido de este Lunes. Los chicos entrenaran como locos toda la semana.

Ella sonrió.—Otra victoria asegurada.

Rhonda asintió.—Esperemos que sea así.

La clase finalmente acabó y Phoebe no esperó en tomar sus cosas, para salir corriendo del salón.

—¿Qué rayos le pasa?—Preguntó Rhonda.

—No tengo idea.—dijo Shenna.

No le dieron importancia y ambas tomaron sus cosas. Justo cuando Rhonda se levantó, sintió un fuerte mareo, dejándose caer sobre la silla.

O L D E R 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora