4.Fiesta de novatos y Jonathan Parker

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Alguna vez se han preguntado, ¿Por qué llegué a odiar a la mayoría del mundo?

Pues estoy bastante segura de que lo saben.

Tal vez se deba a la falta de cariño que no tuve cuando era niña, o sólo se trate del hecho de haber existido.

Mis acciones nunca han sido buenas, pero tampoco dejo de equivocarme una y otra vez. Dicen que las personas sensibles pueden ver más allá de su futuro, pero yo no veo más allá de algo maravilloso.

Sólo me veo a mí; aterrada, deprimida y destrozada.

Las lágrimas caían sobre mis mejillas mientras observaba a la multitud de estudiantes gritar y brincar sobre sus asientos. Hillwood había metido más de seis anotaciones, logrando llevar la delantera al equipo contrario.

El silbato sonó una vez más cuando otra anotación se adentró en la cancha. Todo el mundo parecía enloquecer con una nueva victoria, y yo me sentía ajena a toda esa aclamación.

Vi a Arnold gritar de emoción tan pronto Gerald se unió a él para celebrar. El partido había terminado y Hillwood pudo ganar por segunda vez. Todos en la cancha no podían ocultar su felicidad. Lanzaron confeti y serpentinas y la música resonó con fuerza cuando se dió fin al partido.

Mis ojos se dirigieron a las gradas, y encontré a una de las personas que más detestaba en el mundo: Jonathan Parker.

Estos últimos días habían sido difíciles. No pensé que mi vida se arruinara más al descubrir el regreso de algunas personas que no me agradaban. Jamás pensé que Jonathan tomara el nuevo curso en la Universidad de Hillwood. Supongo que la beca pagó también su vuelo hasta América. Su madre era demasiado drogadicta para mantener un empleo estable y enviarlo a otro país solo para deshacerse de él.

Sentí un cosquilleo en mi pecho cuando vi a Kate sentarse a su lado. Oliver lo acompañaba, riendo y bromeando sobre cualquier cosa de la que estuvieran hablando. Me sentía traicionada y molesta, como si ellos hubieran olvidado lo que Jonathan me había hecho unos años atrás.

El alboroto por parte del grupo de animadoras me distrajo, atrayendo mi atención cuando todas gritaban y aclamaban a su equipo ganador. Limpié las lágrimas de mis mejillas, y traté de unirme a ellas forzosamente. Aunque honestamente, parecía no importarles mi presencia.

Antes de que hiciera el ridículo, me detuve sobre la cancha cuando vi a Arnold caminar hacia mí. Una enorme sonrisa adornó su rostro, resaltando los adorables hoyuelos en sus mejillas.

Todo parecía estar fuera de su lugar. No entendía con exactitud lo que estaba pasando, pero de alguna manera sabía que algo no estaba bien.

Arnold pasó a mi lado sin mírame, como si no supiera que yo estaba ahí.  Sentí mi corazón romperse al ver a Lila correr hasta sus brazos. Ambos parecían felices por este agradable momento.

Gerald y Phoebe se unieron a ellos con una gran sonrisa, y las cosas no podían empeorar más.

Mi mejor amiga abrazó con fuerza a Lila, mientras gritaban y saltaban de emoción. No sé si se trataba de algún tipo de venganza por la última discusión que tuvimos Phoebe y yo, pero no parecía ser así. Fue como si a ella no le importara en lo absoluto.

Mis ojos comenzaron a arder cuando Lila besó a Arnold frente a mí. Gerald golpeó su brazo y Phoebe tomó del brazo a Lila, mientras el resto de los chicos se unían a ellos.

O L D E R 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora