Home Together: Part 01

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Bang Chan miró fijamente la pantalla, impresionado por la cantidad de cosas que estaba viendo

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Bang Chan miró fijamente la pantalla, impresionado por la cantidad de cosas que estaba viendo. Había videos subidos de tonos de niños, de personas jóvenes, de mujeres abusadas, e incluso de la mutilación de sus cuerpos después de la violencia sexual. Su vista ahora se enfocó en Minho, aunque fuera muy bueno escondiendo sus emociones, parecía afligido.

— ¿Cómo sabías lo que tenía la tarjeta?

— Llevo investigando estos casos durante un gran tiempo... —Murmuró, llevando sus ojos al hombre frente a él—

— Que irónico, el villano haciendo el bien —Como siempre, su sarcasmo estaba presente—

— No estoy tratando de quitarte el puesto —Negó alejándose un poco del ordenador— Solo evito que más gente sufra por culpa de hombres que se creen con el derecho de tocar sin permiso..

— Pareces muy metido en la causa —Susurró—

— Se nota que no conoces mi historia —Se carcajeó, pero no había ninguna gracia en sus palabras—

— ¿Y por qué no me la cuentas? —Se apoyó en la encimera—

— Porque no quiero añadir información a tu lista de "como burlarme de las desgracias de Lee Minho, volumen uno" —Sacó la tarjeta y apagó el portatil— Ahora si- —La puerta siendo abierta le interrumpió—

— ¿Min? —Era la voz de un hombre, más mayor que Minho, probablemente de la edad de Chris o incluso mayor, más de treinta años—

— Estoy aquí —Aclaró, alejándose de Bang para acercarse al hombre que ya había entrado en la habitación—

— Oh, tenemos visita...

El hombre era apuesto, muy apuesto. Llevaba traje de chaqueta, su corbata estaba algo floja, pero no dejaba de lado la elegancia. Era alto, moreno y varonil.

— Um...Donghyun, este es Christopher —Los presentó— Christopher, él es Donghyun...

— Un placer —El hombre extendió su mano, siendo esta apretada por la de Bang—

— El placer es mío..

— Minho, ¿qué hace él aquí?

— He conseguido la tarjeta —La sacó de su bolsillo y se la tendió— Ambos hemos tenido un pequeño percance, y he dejado que se quede aquí al menos por una noche...

Chris miró a Minho, su actitud había cambiado sorprendentemente con la presencia de ese hombre. Ahora actuaba menos fiero, con un deje suave de sumisión. Al contrario que con él, Minho no usaba el sarcasmo, respondía rápido, y siempre parecía esperar algo a cambio.

<< Parece una mascota esperando caricias... >>

— Buen trabajo —Y ahí estaba; el hombre llevó su mano a la cabellera del joven, acariciando— Dame la tarjeta, eliminaré todo, mientras prepara la cama para nuestro invitado.. —Acarició el mentón del muchacho— Nosotros dormiremos en el sofá..

— Si, voy —Asintió, corriendo hacia un armario interior y se perdió entre la ropa—

Bang aprovechó para acercarse al hombre, que se había sentado frente al ordenador en la cocina.

— ¿Minho y usted son pareja? —Preguntó de golpe—

— ¿Pareja? no —Se rio— Pero si que tenemos algunos privilegios entre nosotros...

— ¿Privilegios? ¿así como amigos con derechos?

— Parecido, si —Asintió—

— Ya veo...

Con esa respuesta, Bang se imaginó millones de escenas donde Minho se dejaba toquetear y hacer por el hombre. Decir que le incomodó es una expresión errónea; sintió una presión en el pecho y una mueca de asco apareció en su rostro.

— La cama ya está lista —Minho había salido ya de la mini-habitación—

— Ve haciendo la cena, yo saldré a fumar un rato, avísame cuando esté todo listo —Se acercó al joven, agarrando la cajetilla de cigarros—

— ¿Quieres hoy algo en especial? —Susurró—

El hombre sonrió y agarró la cintura del mas joven, bajo la atenta mirada de Chris. Observó como dejaba un suave beso en el pálido cuello del chico y luejo se alejaba.

— Con tenerte de postre me sirve, haz algo que te guste —Y dicho esto, empezó a caminar hacia la puerta que daba al exterior, para salir—

Miró el rostro de Minho; estaba sonrojado. El chico se acercó a la cocina para ponerse manos a la obra.

— Vaya, veo que al fin has encontrado alguien que te aguante —Le dijo, apoyándose en la encimera—

— Déjate de tonterías y ayúdame —Gruñó—

— A él no le hablas así de mal —Bufó— ¿Es por el sexo?

— ¿Qué? —Frunció su ceño— ¿De qué estás hablando ahora?

— Le hablas como si fueras su mascotita —Soltó una risotada— Supongo que es porque te folla bien, ¿no? porque para bajar tu mal humor...

— Eres un capullo —Negó con su cabeza, empezando a sacar de los estantes varios ingredientes—

— Oh vamos, te ha besado el cuello un tío que te saca por lo menos quince años —Rodó sus ojos, acercándose para ayudarle con las cosas— Algo habrá por ahí para que estés detras de él como un perrito faldero...

Minho se quedó callado, simplemente cortando el salmon en lineas finas. Sabía que Chris tenía razón, pero no quería admitirlo.

— Bueno, si no vas a responder, dame algo que hacer —Pidió—

— Trocea el aguacate —Le ordenó—

— ¿Qué vas a preparar?

— Makis de salmón, atún y aguacate —Respondió, aplanando el arroz en la tablilla—

— Ah, ya veo...

La habitación se quedó en silencio, casi se podían escuchar los pensamientos de ambos.

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