Dieciséis;

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Hyunjin

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Hyunjin

Era un sábado por la tarde y el sol se filtraba a través de las ventanas del estudio, creando un ambiente cálido y acogedor. Había invitado a Jeongin a visitarlo, ya que él había insistido durante mucho tiempo en querer ver mi estudio. Estaba emocionado por compartir un espacio tan intimo con él.

Rato después, Jeongin llegó con una sonrisa y un par de botes de pintura que había traído—Ten, te traje esto —hablo entregándome las pinturas, reí y las tomé colocándolas un poco apartadas de las demás.

Reí y las tomé colocándolas un poco apartadas de las demás—.No era necesario innie —Lo tome de la muñeca guiándolo por todo el lugar.

Jeongin miraba todo con curiosidad intentando descifrar los cuadros y hojas que estaban colgados por todo el lugar.

—¿Está es mi flor de nacimiento? —Preguntó curioso tomando el cuadro en sus manos para verlo mejor.

—Si, ¿Te gusta? —Me acerque a él sonriéndole, él asintió eufórico mientras tenía la sonrisa más bella de todas—, te tengo una sorpresa.

—¿Si?

—Si, sígueme.

Había preparado un lugar especial para que ambos pintáramos algo, así que lo guié por todo el pasillo, Jeongin corrió como un niño pequeño tocando todo como un niño pequeño. Había preparado: lienzos en blanco, pinceles de varios tamaños y una variedad de colores vibrantes. La atmósfera estaba llena de expectativa y alegría.

Al principio, ambos trabajamos en nuestros lienzos, sumergiéndonos en el proceso de estos. Yo pintaba un paisaje abstracto, mientras que Jeongin se dedicaba a crear formas y figuras que solo él podía entender. Las risas y la música de fondo llenaban el estudio, y todo parecía perfecto.

Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde, la energía en el aire comenzó a cambiar. Jeongin, con su espíritu juguetón, decidió que su arte necesitaba un poco más de acción y color. Con una sonrisa curiosa, tomó un puñado de pintura y lo lanzó hacia el lienzo hasta su lienzo pero la pintura había salpicado por todos lados debido a la fuerte que la lanzó. Cerré los ojos cuando sentí como grandes gotas de pinturas caían en mi rostro y ropa.

—¡Lo siento mucho, jinnie No te enojes, no lo a propósito! — Exclamó jeongin sorprendido, asentí porque, ¿cómo me enojaría por algo así? en cambio, tomé un puñado de pintura y se lo lancé echándome a correr lejos de él mientras reía.

—¡Eso no se hace! —exclamó Jeongin, riendo mientras limpiaba la pintura de su cara.

—¡Tú empezaste!

—¡Pero no fue a propósito! —Jeongin tomo un bote de pintura lanzándomelo. El color impactó con un salpicón, manchando todo el lugar provocando risas entre ellos.

En un instante, lo que comenzó como una actividad artística se convirtió en una guerra de pintura. Ambos comenzamos a lanzarnos pintura el uno al otro corriendo por todo el lugar, riendo y gritando de emoción. Los colores volaban por el aire, y pronto ambos estábamos cubiertos de manchas de todos los colores del arcoíris.

En medio de las risas, sentí que la adrenalina me invadía y con el corazón latiendo rápidamente, decidí dar un paso audaz. Me acerque a Jeongin, tomando sus mejillas fuertemente viendo cómo sus ojos brillaban de la emoción, y lo besé suavemente. Fue un impulso, un momento de conexión intensa que nos sorprendió a ambos.

Sin embargo, la reacción de Jeongin no fue la que esperaba. Jeongin se quedó paralizado por un segundo, sus ojos llenos de sorpresa y confusión. Luego, sin decir una palabra, se dio la vuelta y salió corriendo del estudio, dejándome atónito.

—¡Jeongin, espera! —grite tratando de alcanzarlo, pero él ya había desaparecido, dejando solo el eco de sus pasos en el pasillo.

La risa y la diversión se desvanecieron, quedándome solo con el corazón en las manos sintiendo como el mundo se detenía y la adrenalina de la guerra de pintura se convirtió en un frío remordimiento. Me di cuenta de que mi impulso había cruzado una línea que ponía todo en riesgo.

—Mierda —susurré para mi mismo, sintiéndome abrumado por la culpa. Me senté en el suelo, rodeado de botes de pintura y lienzos, sintiendo que había arruinado lo que era una hermosa amistad por mis estupidos sentimientos.

Mi mente estaba en un torbellino de pensamientos. Quería arreglar las cosas, quería que Jeongin supiera que no había querido incomodarlo, que solo había actuado por impulso. Pero ahora, me sentía perdido, sin saber cómo encontrarlo o cómo explicarle lo que había sentido en ese instante.

Con el corazón pesado y lleno de arrepentimiento, tomé un lienzo en blanco y comenzó a pintar de nuevo, esta vez no con colores vibrantes, sino con la tristeza y la culpa que sentía en mi interior. Sabía que tenía que enfrentar las consecuencias de mis acciones y que, de alguna manera, debía encontrar a Jeongin y pedirle disculpas. Pero en ese momento, todo lo que podía hacer era esperar, con la esperanza de que Jeongin regresara y me diera la oportunidad de explicar lo que había sucedido.

 Pero en ese momento, todo lo que podía hacer era esperar, con la esperanza de que Jeongin regresara y me diera la oportunidad de explicar lo que había sucedido

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Holaaa!! espero que estén súpero bien, ahora si prometo que seré constante con las actualizaciones, déjenme saber si les estás gustando!

Bonito; HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora