Bianca Xochiyo
Físico: Delgada, cabello castaño claro, ojos azules, labios delgados, nariz pequeña, cejas rectas, demasiadas pecas en su cara.
Edad: 24 años Nacimiento: 7,710, Luna de la Abeja (primavera) Lugar de Nacimiento: Islas del Viento Hogwarts:Slytherin Lineamiento inicial: Moral/Social Estación del año: Otoño Mejor Amigo: Jerome Animal Favorito: Ardilla Le gusta: Caminar descalza por la playa.
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No había tenido tanto tiempo para estudiar sus libros nuevos como ella habría querido. Al volver en unas pequeñas embarcaciónes por el río entre "Encrucijada" y "Campo de cuarzo" el viaje había sido mucho más corto. Habían llegado a la isla principal esa misma mañana y ahora el carruaje, junto con toda la caravana, atravesaba el gran pueblo costero con dirección a la fortaleza del viento.
Bianca abrió la ventanilla y el húmedo viento salado le llegó de lleno y la arropó haciéndola sentir en casa. Vió los rostros familiares de la gente del pueblo que comenzaban a decorar sus casas y negocios para el solsticio de verano. Hermosos y vivos colores en forma de listones de tela, flores, lámparas y adornos comenzaban a darle vitalidad y alegría a cada rincón.
Cada vez la entrada a la fortaleza se veía más cerca mientras rodeaban para subir la colina. Bianca suspiró. No se parecía en nada al gran e imponente castillo de Alba. La fortaleza del viento era más pequeña, menos adornada, construida hace pocos siglos solamente por motivos de estrategía militar. Un lugar desde el cual vigilar el mar y proteger las islas y con ello también el continente.
Cuando por fin entraron y el carruaje se detuvo fue Jerome quien le abrió la puerta. Bianca necesitó sostenerse de ambos brazos de su marido para no tropezar. Sentía que su vientre estaba por explotar y ya le costaba mucho manejar su propio cuerpo. Cada día su barriga crecía más pero toda ella se iba desgastando. Se había dado cuenta que el embarazo era muy distinto a la idea romántica que le habían prometido.
—¿Estás bien? Te ves como si estuvieras a punto de desmayarte.
—Estoy bien. —mintió Bianca, pero en realidad se sentía débil, no había comido nada desde la tarde del día anterior y sus jugos gástricos trataban de subirle por la garganta.
Estaban en el enorme patio central de la fortaleza. El camino era de graba, mientras que el resto del suelo era seco y arenoso. No había más que unos pocos árboles descuidados a lo largo de la muralla, junto a la larga estructura de madera que correspondía a los establos del lado izquierdo.
Los soldados de las islas no habían interrumpido su entrenamiento a pesar de la llegada de su señor, y practicaban combate en el patio polvoso de armas a la derecha del todo. Sirvientes comenzaron a llegar para sostener los caballos y ayudar a los escoltas.
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Ojos Amatista - Espíritus Nocturnos 1
FantasyAylín a nacido como maga en un mundo cada vez más decadente para los humanos y con su magia logro salvar a su gente. Ahora que el rey la a comprometido con uno de sus hijos ella deberá encontrar su lugar en la corte, mientras trata que el secreto de...