Aylín a nacido como maga en un mundo cada vez más decadente para los humanos y con su magia logro salvar a su gente. Ahora que el rey la a comprometido con uno de sus hijos ella deberá encontrar su lugar en la corte, mientras trata que el secreto de...
Fisico: Cabello negro, ondulado y largo. Tez clara, labios gruesos y nariz respingada de punta redondeada. Complexion delgada. Rostro tipo corazón. Ojos púrpura.
Edad: 20 años. Nacimiento: Año 7,714 de la era del hombre, durante la Luna del lobo (Invierno).Lugar de Nacimiento: Islas del Viento. Casa de Hogwarts: Hufflepuff Lineamiento inicial: Bueno/Social Don particular: Desconocido.
Comida favorita: Pan tostado con mermelada de frambuesaColor favorito:Verde Esmeralda Hora del día: Puesta de sol. Cuando se aburre: Sale a caminar.
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Aylín caminaba junto a su familia y Joanney hacía el salón del trono para la ceremonia de bienvenida. Llevaba un sencillo vestido rojo con bordados de plumas al frente; el cabello peinado hacia atrás y suelto.
Detrás los seguían dos guardias cargando un cofre de madera talla que contenía los regalos de aniversario para el rey y la reina. Todo ello de una lujosa calidad y belleza, tal vez las islas del viento no tuvieran minas de oro o diamante, ni un cuantioso ejercito; pero eran famosos por el exquisito arte y técnica de sus artesanos.
A las afueras de la sala del trono ya se persibía un ambiente de solemnidad. Las diferentes familias nobles que gobernaban las provincias se formaban para ser anunciadas antes de entrar. El grupo de Amixtli, la familia de Aylín era el más numeroso, pues no solo habían traído a la segunda hija, sino también a la amiga de esta.
Y por ello Aylín estaba agradecida, la compañía de Joanney siempre la reconfortaba; sobre todo hace un par de horas cuando volvía a la habitación después de conocer al mago real. Aylín se encontraba abatida y preocupada y no pudo evitar contarle todo a ella. "¿Y qué importa que haya visto tu alma?" le había dicho, "Tu sabes lo que hiciste, nos salvaste a todos".
Ahora caminaba a su lado con ese vestido mostaza que tan poco le favorecía, sujetaba el brazo de Aylín suavemente, como para darle apoyo. Ella sintió que si su madre estuviera ahí y no su amiga, probablemente estaría haciendo lo mismo.
—Los Amixtli, gobernantes de las Islas del Viento. —Grito fuertemente una voz grave dentro del salón.
Aylín trago saliva y tomó su lugar detrás de su hermano mayor y su esposa; su padre lideraba la procesión con paso firme y la cabeza orgullosamente en alto. Cernis, al igual que su hijo, llevaba un jubón azul marino con olas del mar y conchas bordadas en hilos de plata. Mientras que en su cuello un medallón del mismo material mostraba el grabado del filo de un arpón, el emblema de su casa.
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El salón del trono era espacioso al entrar, varias decenas de nobles les veían avanzando desde ambos lados del pasillo; pero entre más se acercaban las paredes de iban estrechando y solo guardias reales flanqueaban el recorrido. Altos ventanales dejaban entrar la luz que les ofrecía las hermanas de la noche y en el techo diseños en oro y piedras preciosas brillaba con su propia magia.
