Capítulo 11 Parte 1/2

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Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza. - Alfred Tennyson.

***

Tres meses después…

Melanie

—Cielo, no toques eso, por favor…

—¿Salgo ya?

—Todavía no. Yo te aviso.

—¡Está bien!

Jhonny sonrió ante la tierna estampa que tenía frente a él. Gael era un manojo de nervios, pero Mel, era un caso aparte. La bailarina llevaba un vestido largo, color burdeos a juego con la corbata que el novio había escogido para el enlace, pero lo mejor, era la barriga de casi ocho meses que era imposible de esconder y que ella empezaba a detestar. No por la figura, sino porque ya comenzaba a dolerle el cuerpo y es que Gael no se lo ponía en ocasiones fácil.

—Relájate. No querrás ponerte de parto delante de tanta gente, ¿verdad? —susurró dándole un ligero codazo que la hizo reír de buena gana.

—Tranquilo, Arrow. Mi plan jamás fue arruinarte la boda.

—No me la arruinarías… Eso es imposible. Por cierto, Isabella se empeñó en colocar un córner de galletas prácticamente pegado a nuestra mesa.

Melanie lo miró avergonzada mientras se frotaba la barriga. Para nadie era un secreto que en aquel embarazo tenía una extraña obsesión por las galletas que no podía obviar y que a Dorian comenzaba a traerlo por el camino de la amargura, pues daba igual la situación, el momento y el por qué, si su mujer tenía un antojo de galletas, él era el único responsable de conseguir una.

—Gracias. Tu sobrino y yo te lo agradeceremos siempre.

—¿Crees que la gente se dará cuenta? —preguntó Jhonny bajando la voz.

Isabella tenía casi tres meses de embarazo. Sin embargo, aún no habían dicho absolutamente nada a nadie de la familia. La O'Sullivan había preferido esperar, pues por razones más que obvias, había vivido con miedo las primeras semanas tras recibir la noticia.

—Yo estaré a su lado. Recuerda que será mi tripa la que llamará la atención, no la suya.

Jhonny rompió a reír a la vez que colocaba la palma abierta sobre la panza, sintiendo los movimientos del pequeñajo. Él, en la intimidad de su hogar, si que era capaz de vislumbrar el pequeño abultamiento que lucía Isabella con orgullo, pero la realidad era, que aún apenas se llegaba a notar.

—Tío, ¿estás nervioso? —preguntó Gael que sujetaba la cajita frente a ellos con las alianzas.

—¿Debería estarlo?

El niño se encogió de hombros, porque en realidad, era feliz ignorando el inquietante mundo del adulto. De hecho, era tan inocente que incluso había pasado por alto aquel ligero temblor de mano del bailarín. En cambio, Melanie, le dio un cariñoso abrazo que lo hizo resoplar…

—Joder Mel, sujetame bien fuerte cuando entremos —susurró con los ojos a punto de rebosar de emoción.

—Tranquilo. Estaré contigo.

Cuando el coche de la novia apareció, Dorian hizo lo indicado para que comenzase a sonar la música. Gael miró con inquietud a su madre que lo alentaba a caminar frente a todos. El pasillo era largo, quizá demasiado, pero su papá lo esperaba con orgullo en la primera fila de asientos, por lo que caminó hacia allí según lo planeado.

—Es la hora…

Melanie se sujetó del brazo del bailarín y a continuación, avanzaron hasta el altar. Jhonny odiaba ser el centro de todas las miradas, al menos, cuando no tenía que ver con su profesión, por lo que tuvo que hacer un gran esfuerzo para sonreír… Sus padres aguardaban en la tercera fila con evidente emoción, lo que le permitió un poco sanar su alma. Una vez en el altar, toda la atención fue hacía Isabella que llegaba impecable con un vestido de princesa con tul que ayudaba a disimular su gran secreto.

El último baile | Extras Saga Bailando Con... | +18 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora