El último baile | Extras Saga Bailando Con... | +18 Completa ✅

Capítulo 9

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio. - Octavio Paz.

***

Jhonny e Isabella 

Jhonny finalmente se había atrevido. Aquella noche, había cogido a Isabella y se habían adentrado en el inquietante mundo del "Destiny". Ambos se encontraban fascinados y asustados a partes iguales, pues ella apenas había sido capaz de cerrar la boca desde que habían entrado y él mantenía que aquello era como verse involucrado en una jodida película porno, y eso que, aún, no habían pasado de la primera zona.

Isabella vació su copa mientras se fijaba en la pareja de lesbianas que se estaban masturbando a pocos metros de distancia. Cuanto menos era excitante, lo que la hizo preguntarse cuánto tardaría el bailarín en dar el paso, porque para qué negarlo, ella no estaba allí para mirar.

—¿Estás segura de querer entrar ahí?

El cuerpo del hombre la arrinconó contra la barra del bar, poniéndola mucho más nerviosa.

—Sí, pero antes tócame, Jhonny.

Él se relamió. Ambos llevaban una máscara que ocultaba su rostro, pero además, Isabella había rescatado de su fondo de armario una pieza de lencería antigua que escondía aquello tan evidente; su cicatriz.

—¿Aquí? —preguntó mientras miraba a su alrededor.

Isabella asintió y en pocos segundos sintió el contacto.

—¿Ansioso? —indagó dirigiendo la mano al apretado pantalón.

Era un hecho. Jhonny se encontraba soberanamente cachondo, aunque era prácticamente imposible no estarlo, pues mirará donde mirase solamente había deseo y sexo. Los dedos del hombre viajaron hasta la ropa interior femenina para pellizcar el tan ansiado piercing, produciendola un delicioso hormigueo que no pudo pasar por alto.

—Hay demasiada gente aquí…

Jhonny tiró del cuello de su chaqueta, visiblemente agobiado, lo que le permitió a Isabella recordar su fobia. Las aglomeraciones habían dejado de ser prácticamente un problema para él, al menos, cuando era capaz de mantener la calma y la compostura, pero estaba claro que la situación no ayudaba.

—¿Quieres que nos marchemos? —preguntó Isabella con decepción.

Era la vía de escape perfecta para el bailarín, sin embargo, quería cumplir aquella fantasía de su ángel. No se consideraba un mal amante y tenía la necesidad de que todo lo que Isabella pudiese llegar a querer, ya fuera dentro o fuera del sexo, se lo pidiera a él. Por lo que tomó una gran bocanada de aire y dijo con convicción:

—Vamos a esa sala.

Ambos pasaron por las taquillas, se lavaron tal y como marcaban las normas del lugar y pasaron a la sala de los espejos. Había pequeños cuadriláteros ocupados que se transparentaban pudiendo ver lo que sucedía en su interior, mientras que otros tantos no…

—¿Y bien? ¿Cuál es tu fantasía, ángel? —preguntó mientras se colocaba tras ella para rozarla con lentitud.

Isabella cerró los ojos ante el contacto. Que Jhonny estuviera allí, dispuesto a todo, la satisfacía gratamente.

—¿Dejarías que nos vieran?

—¿Es lo que deseas?

—Sí, quiero que todos vean lo que me haces disfrutar…

Jhonny asintió y metido en su papel, la llevó a uno de los cuadrados vacíos donde pudieron despojarse del albornoz. En esta ocasión, ambos mantenían sus rostros tapados, pero Isabella se había tenido que deshacer de su conjunto interior, no obstante, había sido precavida y se había encargado de maquillar la zona para mantenerla oculta.